Arrecia el asedio a España

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El Gobierno mantiene que no variará el rumbo pese a la presión que llevó a la prima de riesgo a los 434 puntos

11 abr 2012 . Actualizado a las 10:21 h.

Si el Gobierno pensaba que poniendo sobre la mesa otro tijeretazo de 10.000 millones, sin más explicaciones de por medio, iba a frenar el asedio y conjurar el fantasma del rescate. Se equivocó. Y de qué manera.

El último movimiento de ficha del Ejecutivo de Rajoy no convenció a los mercados, que redoblaron su acoso. El resultado, otra jornada negra -y ya hemos perdido la cuenta de las que van- para la deuda y, también, para la Bolsa patria.

La presión llevó a la prima de riesgo -el diferencial que nos separa del envidiado bono alemán a diez años y que mide como nadie la confianza de los inversores en las finanzas de un país- hasta los 434 puntos, con el rendimiento de los títulos a una década a las puertas ya del 6 %. Preocupante, sí, pero lejos todavía de los 499 puntos que alcanzamos a mediados de noviembre, y, sobre todo, del alarmante 6,7 % al que llegó la rentabilidad de los títulos a diez años a finales de ese mismo mes.

En el caso del Ibex, el castigo se saldó con un varapalo del 2,96 %, el regreso a niveles que no se recordaban desde marzo del 2009 (cerró en 7.433,6 puntos), y una pérdida anual que supera ya el 13 %. Y, como no, la peor parte se la llevó la banca, a ojos de Europa, uno de los talones de Aquiles del país. Un fuego que el propio gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, se encargó de atizar ayer, con su advertencia de que, si la crisis empeora, las entidades van a precisar más capital.

Pero, esta vez, eso sí, la española no fue la peor plaza de Europa. Ese dudoso honor se lo cedió a la italiana, que se dejó un 4,7 %, con su prima de riesgo por encima también de los 400 puntos.

Sin perder la compostura

Y, con la que estaba cayendo fuera, en las filas del Gobierno nadie perdió la compostura. Es más, el ministro de Economía, Luis De Guindos, curtido en mil batallas en esto de los mercados -no en vano durante un tiempo llevó las riendas ibéricas de Lehman- insistía en que España no necesita un rescate, algo en lo que coincidió con el gobernador del Banco de España. De Guindos animó incluso a «evadirse» de los mercados, al tiempo que reafirmó la intención del Gobierno de continuar adelante con su programa de reformas tal y como esta planeado.

«Las turbulencias de la prima de riesgo no nos pueden hacer perder el rumbo»

«Las turbulencias de la prima de riesgo no nos pueden hacer perder el rumbo a medio plazo», recalcó, para, renglón seguido, afanarse en dejar claro que el Gobierno está llevando a cabo las reformas y los recortes «por convicción» y no por imposición de los mercados o de sus socios europeos. Tampoco quiso dejar pasar la ocasión de recordar que España ya tiene cubiertas prácticamente la mitad de sus necesidades de financiación para este año.

También el ministro de Hacienda defendió la hoja de ruta económica del Ejecutivo, advirtiendo, eso sí, que la salida de la crisis «no es cuestión de días».

La gran beneficiada por las tensiones entre la UE, los mercados y España fue, de nuevo, la deuda pública de Alemania. La rentabilidad de los bonos de este país con un plazo a diez años continuó su caída, hasta alcanzar el 1,64 %.

La buena solvencia y la seguridad que la economía alemana ofrece en este momento atraen a los grandes inversores de deuda pública, que cada vez más escapan de los valores nacionales que puedan representar un riesgo.

«España no necesita un rescate [...] En los mercados es bueno evadirse de lo que pasa a corto plazo»

Luis de Guindos