El Sabadell no descarta nuevas compras y sigue interesado en Galicia
ECONOMÍA
Aún no se ha hecho con la CAM (está pendiente de la autorización administrativa de Bruselas), pero el Banco Sabadell ya está pensando en nuevas operaciones de compra. «Tenemos interés en toda operación que genere valor para nuestros accionistas, miraremos cualquier operación con cualquier criterio», apuntó ayer el consejero delegado, Jaume Guardiola.
¿Incluye ese interés a NCG? El banco catalán nunca ha ocultado su anhelo por crecer en Galicia, donde apenas cuenta con 29 oficinas (tantas como en la provincia de León), con un volumen de negocio de 2.200 millones de euros, con un incremento interanual del 11 %, alimentado principalmente por el crédito, que ha crecido doce puntos. Insuficiente para el quinto grupo bancario español. «Estamos con una posición cómoda, estamos en todas las grandes empresas, pero no tanto en particulares», admitió Guardiola. Cerrada la puerta del Pastor (trató hasta el último minuto de hacerse con ese banco), ahora los planes cambian. «No conseguimos crecer con otras operaciones, habrá que hacerlo de otra manera, siguiendo con nuestra estrategia de mancha de aceite», apostilló. Es decir, poco a poco, casi sin darse cuenta.
No quiso Guardiola entrar en la posible compra de NCG si finalmente esta acaba en una subasta pública, lo contrario de lo que quiere el equipo de José María Castellano para NCG. Se limitó, precisamente, a alabar a ese directivo y a su equipo: «No sé si se aprobará o no su plan, nosotros mostramos nuestra admiración por el equipo que dirige la entidad».
En medios financieros y políticos, sin embargo, la opción que suena ahora para el Sabadell es la de Catalunya Caixa, puesta en venta hace dos semanas y cuyo proceso acabará en junio o julio. Obviamente, no quiso entrar en más detalles. Tampoco sobre el Banco de Valencia, también en subasta. El Sabadell cerró el primer trimestre del 2012 con una ganancia neta de 84,2 millones de euros, un 5 % menos. Pero conviene apuntar que esos números son aún sin la CAM, que tiene un agujero financiero considerable. Sin embargo, el banco no prevé entrar en pérdidas por estas circunstancias.