Los sindicatos avisan al Gobierno de que «seguirán en la calle»

natalia bore MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Miles de personas denunciaron en Madrid la «demolición» de los servicios públicos

02 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«De Norte a Sur, de Este a Oeste, la lucha sigue, cueste lo que cueste». Fue una de las consignas -junto con gritos de huelga general- que ayer coreaban en Madrid los miles de ciudadanos que secundaron la manifestación del Primero de Mayo, convocada por los sindicatos CC.?OO. y UGT tan solo 48 horas después de la protesta que llenó las calles del país en defensa de la sanidad y la educación, objetivos de los últimos recortes millonarios del Gobierno.

Pese al macropuente que en la comunidad posibilitaba el día de hoy, y también pese a la lluvia que llegó a caer copiosamente, las organizaciones de trabajadores lograron exhibir músculo, constatando el profundo malestar que la crisis y las políticas de tijera de Mariano Rajoy están provocando.

«Seguiremos manifestándonos libre, pacíficamente y de manera multitudinaria», dijo el secretario general de UGT, Cándido Méndez, en la Puerta del Sol, donde concluyó la protesta ciudadana con más rapidez de lo habitual, al obligar la lluvia a acelerar el paso en el recorrido desde Neptuno.

Idéntico mensaje envió su homólogo de CC.?OO., Ignacio Fernández Toxo, que advirtió que, igual que la huelga general del 29 de abril «no fue el final, tampoco lo es este Primero de Mayo. Saldremos a las calles aunque les moleste y hasta que el estado de las cosas no cambie». Es decir, seguirán tratando de forzar que el Ejecutivo dé marcha atrás en sus políticas de ajuste, que calificaron de «ultraliberales» en lo relativo al mercado de trabajo y de «ultraconservadoras» en derechos sociales.

Aunque en el Día Internacional del Trabajo el empleo fue uno de los ejes reivindicativos -Toxo aseguró que tardarían «más o menos, pero esta reforma no va a presidir las relaciones de trabajo en España para siempre»- no fue el único, ya que la preocupación por la «demolición» de los servicios públicos y por la criminalización de sus trabajadores ocupó los discursos de los líderes sindicales, pancartas y consignas.

Méndez y Toxo enviaron un mensaje de apoyo al personal encerrado en los hospitales que el Gobierno balear ha anunciado que cerrará, desviando la atención a centros concertados. «Esto indica con claridad dónde están situados los objetivos; desde el doctrinarismo económico y la ideología, una transferencia ingente de rentas de la mayoría de la población al campo del negocio», señalaron, para añadir que «por eso hay muchas más razones que en ninguna otra ocasión en este Primero de Mayo».

Éxito en Barcelona

Toxo estimó que cerca de un millón de personas -100.000 en ciudades como Madrid y Barcelona o en toda Galicia- habían secundado las 80 manifestaciones convocadas, aunque los cálculos de las delegaciones del Gobierno reducen las cifras.

En cualquier caso, según informó Efe, la protesta en Barcelona logró el mayor éxito de los últimos años, siendo el Primero de Mayo más masivo que se haya vivido desde antes de la crisis. Bajo el lema «Trabajo, derechos y dignidad. Se lo quieren cargar todo», unas 100.000 personas, según los sindicatos, y 15.000, según los Mossos d?Esquadra, recorrieron el trayecto desde el Paseo de Gracia hasta la avenida de la Catedral, en un ambiente festivo y sin incidentes.

Estas cifras fueron muy superiores a las registradas el año pasado, cuando los sindicatos calcularon el seguimiento en 40.000 personas, frente a las 8.000 de la Guardia Urbana.

«El PP mintió, saquea y pega», «No nos callarán», «No somos mercancías», «La banca, al banquillo», «El Partido Patronal nos saquea más y más», «Derecho a la salud» o «Eurovegas estatal es la reforma laboral» eran algunos de los lemas que podían leerse en la manifestación de Madrid, en soportes de variopinta elaboración, entre las banderas rojas y blancas de los sindicatos, las tricolores republicanas y un mar de paraguas y capuchas.

Los exministros de Trabajo socialistas, Jesús Caldera y Valeriano Gómez; la portavoz parlamentaria del PSOE, Soraya Rodríguez, o el coordinador general de IU, Cayo Lara, también secundaron la manifestación.