Goldman Sachs cree que ha llegado la hora de comprar acciones y dejar de lado los bonos
06 may 2012 . Actualizado a las 07:09 h.Cuando Goldman Sachs abre la boca, los inversores suelen volverse todo oídos. Y eso que el poderoso banco de inversiones estadounidense no pasa por su mejor momento. Primero fue el escándalo de los muppets -Teleñecos-, término con el que muchos de los gestores de la firma se referían a sus clientes, según lo relatado al The Wall Street Journal por el arrepentido Greg Smith, quien durante 12 años trabajó para la empresa que ahora considera la encarnación del mal. Y más tarde, hace apenas unas semanas, la salida a la luz pública, esta vez de la mano del The New York Times, de una trama que vincula al gigante financiero con la web Backpage.com, acusada de permitir entre sus anuncios el tráfico sexual de menores y la prostitución no consentida. De acuerdo con lo publicado por el diario, Goldman era propietario del 16 % del grupo Village Voice Media, empresa que gestiona el sitio. Lo vendió a toda prisa, tras enterarse de que el periódico andaba detrás de la historia.
Hermosa profecía
Sea como fuere, y ajenos a los escándalos, los analistas de la firma acaban de regalar a las bolsas una hermosa profecía. Dicen sus expertos, tan reputados como muchas veces denostados, que la renta variable se enfrenta al momento más dulce en una generación. Ahí es nada.
Mantienen que, después de una década de caídas, los precios de la renta variable están ya tan exprimidos que reflejan caídas tan bruscas en el crecimiento y en las rentabilidades para el futuro que resultan muy poco realistas. Para no cansar, solo una cifra: desde el verano del 2007, cuando el hedor de las subprime comenzó a invadir el planeta, el valor de las grandes empresas de la Bolsa española (los miembros del club del Ibex) se ha reducido en casi un cuarto de billón de euros. Que no es precisamente poco. Solo en el último año han perdido unos 170.000 millones.
«Largo adiós a los bonos»
Tan severo ha sido el castigo, no solo en el parqué español, sino en los de todo el mundo, que en Goldman Sachs están convencidos de que ha llegado la hora de decir un «largo adiós» a los bonos, esos que tantas alegrías han proporcionado a los especuladores como quebraderos de cabeza a los gobernantes y disgustos a la ciudadanía en los últimos tiempos, y dedicarse de lleno a la compra de acciones. Confían en que no harán otra cosa que subir durante los próximos años. Es más, el banco de inversión mantiene que las perspectivas de rentabilidad de las acciones frente a los bonos son «las mejores en una generación».
Argumenta la firma que, a pesar de que el «crecimiento económico futuro» puede ser inferior al experimentado en la última década en muchas partes del mundo, eso ya está reflejado en las cotizaciones.
Aunque, como siempre, matizan que no todo el monte es orégano. Que, desde luego, unas bolsas se comportarán mejor que otras. Y que las que más fácil lo tienen son las de los países emergentes, porque estos no están sufriendo los rigores del yugo de la austeridad y sus perspectivas de crecimiento son mucho más sanas que las de la vieja Europa, sumida en su ya casi eterna crisis de deuda.
Ibex 35
En el último año, las firmas que componen el Ibex han visto reducido su valor en esa cifra.