España reclama ayuda a la eurozona para defenderse de los ataques a su deuda
ECONOMÍA
España es un buen alumno y ya ha hecho todos los deberes que impone el programa de disciplina presupuestaria de la UE. Por eso, si los mercados siguen desconfiando de su capacidad para aprobar la asignatura, debe ser el claustro de profesores el que salga a la palestra para socorrerla. Sobre todo si la culpa de la desconfianza la tiene otro estudiante, el más díscolo de la clase y cuya actitud está a punto de costarle la expulsión definitiva del centro.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, asumió ayer el rol de escolar aplicado en la reunión del Eurogrupo en Bruselas, a la que arribó advirtiendo que los ataques a la deuda española afectan a toda la eurozona y no se deben a las dudas sobre los ajustes españoles, sino al efecto contagio derivado de la inestabilidad política en Grecia. «España ya ha hecho todo lo que estaba en su mano», dijo a su llegada a la capital belga, donde, entre otras cosas, planeaba explicar la nacionalización de Bankia y la «profundísima» reforma del sector financiero.
De Guindos insistió en que Atenas es hoy «el principal elemento de inestabilidad en los mercados» y que debe asumir sus compromisos «con independencia de cuál sea su Gobierno». Reclamó una postura unida de los países del euro, pero dejó entrever que quizá eso no sea suficiente: «Necesitamos la cooperación y la respuesta conjunta de la eurozona». ¿Se refería a la posibilidad de que el Banco Central Europeo vuelva a comprar deuda española para abaratarla? El conserje que guarda la llave de esa puerta es Mario Draghi, quien asistió al encuentro ministerial de Bruselas. La entidad dejó de adquirir bonos de los socios afectados por la crisis de deuda hace nueve semanas, y Draghi ya ha advertido que por el momento no contempla renovar las compras.
Auditorías a la banca
Al menos la primera reacción fue positiva. Los ministros de la Eurozona celebraron la última reforma bancaria de España, pero le pidieron que «acelere la evaluación externa». El jefe del Eurogrupo Jean-Claude Juncker aseguró, en rueda de prensa, que de Guindos presentó su reforma como «integral y adecuada», pero matizó que creemos que el país debe «acelerar una evaluación externa del sector». Al ser interrogado sobre si España necesitará ayuda o una inyección de capital del fondo de rescate europeo para la recapitalización de los bancos, Juncker respondió: «España sabe lo que tiene que hacer». A su lado, el comisario de Asuntos Monetarios, instó a España a «acelerar la valoración independiente de los balances de los bancos».