La aprobación del plan de recapitalización de la entidad por parte del Banco de España permite descartar su subasta y garantiza su futuro en Galicia gracias a la entrada de capital privado
04 jul 2012 . Actualizado a las 09:43 h.El Banco de España, con Luis Linde como nuevo gobernador al frente, aprobó el plan de recapitalización presentado por NCG Banco, que incluye cuatro alternativas.
La primera es un esquema de protección de activos con la entrada de inversores privados. La recapitalización en este caso sería de 8.000 millones de euros, de los que el 75 % los aportaría el Estado y el 25 % restante el capital privado.
La segunda alternativa sería la subasta, posibilidad que ya fue descartada en la presentación del plan de rescate para las entidades financieras por el propio Gobierno y la autoridad supervisora española.
La tercera alternativa sería la entrada de 6.000 millones más de capital público.
Y la cuarta, por la que apuesta la entidad que preside José María Castellano, es la entrada de 6.000 millones de euros de capital público y de 1.000 de inversores privados, con la condición de la devolución inmediata de los 1.162 millones de euros concedidos a través del FROB 1, que se venía abonando al 7,5 % de interés.
Tanto en la primera opción (parece la preferida por los inversores extranjeros) como en la cuarta, el Estado pone como condición la comprobación de la idoneidad de los inversores privados que entrarían a formar parte del accionariado de la entidad, y puntualiza también que se introducen elementos cuyo encaje normativo no es evidente en el momento actual, al depender de la aprobación de otras instituciones.
La opción más fácil para el actual equipo gestor es que entrase solo capital público. Tendrían que convencer de su gestión a un solo accionista. La más complicada para el equipo gestor es la de que el accionariado esté compartido por inversores privados y públicos. Sin embargo, esta es precisamente la que da más garantías de futuro a NCG Banco como institución con sus raíces en Galicia.
¿Por qué? Porque los inversores privados, parece lógico pensar, se opondrán a una fusión política (creación de un banco público). Con lo cual, ellos protegen el futuro de la entidad gallega.
La llamada troika ya conoce los números y los planes de la entidad, al igual que el trabajo realizado hasta la fecha. (Algunas fuentes indicaron que el sábado los representantes de los mandamases europeos estuvieron en Galicia).
La solución que se defenderá desde la cúpula de la entidad gallega parece que, por lógica, es la que más puede interesar a las instituciones representadas en la troika, por cuanto al entrar mil millones de euros privados será la opción más barata para las arcas públicas europeas.
Castellano mantuvo ayer una reunión con los representantes de los sindicatos, a los que les informó de cuál era la situación. Les dijo que con toda certeza las autoridades europeas impondrán nuevos y fuertes recortes, pero serán menos duros que los que deberán asumir otras entidades porque NCG ya tiene gran parte de los deberes hechos: han salido casi 2.000 trabajadores y se han cerrado 411 oficinas.
El problema más grave que tiene sobre la mesa la entidad es el de las participaciones preferentes, en las que están atrapados casi mil millones de ahorradores gallegos. Entre las soluciones más rápidas se plantean el arbitraje o que el Gobierno prepare una ley por vía de urgencia.