La sentencia favorable al vecino de Cambados que obliga a NCG Banco a devolver el dinero que este afectado colocó sin saberlo en participaciones preferentes es la primera que encaja la entidad que preside José María Castellano, pero no es la pionera del sector en España. Prácticamente todas las entidades han vendido este tipo de productos financieros complejos, entre ellas, el Banco de Santander. Pues bien, el pasado 25 de abril, la entidad que preside Emilio Botín, fue condenada por la Sección 6 de la Audiencia Provincial a devolver a una vecina de Vigo la cantidad de 100.000 euros que la afectada colocó en participaciones preferentes (más los intereses desde la fecha de la reclamación judicial) sin conocimiento del riesgo que corría su dinero.
El fallo judicial constata que fue el director de la sucursal del Santander el que ofreció el producto a la cliente y se acercó a su domicilio para formalizar el contrato.
«Fue la entidad demandada la que ofreció el producto a la actora y era su obligación ofrecer a la misma toda la información de manera absolutamente comprensible [...] lo que claramente no sucedió», explica el texto de la sentencia. El documento constata la vulnerabilidad de la demandante, por la condición de su edad y su inexperiencia en la compra de productos de riesgo, y utiliza estos dos elementos como parte argumental de la denuncia.
Una persona inexperta
«En modo alguno cabe deducir que sea una inversora con conocimientos profundos de los mercados financieros, ni una persona experta en la materia, por el contrario, ha resultado probado que se trata de una señora mayor que con anterioridad se había limitado a invertir en un fondo de inversión de renta fija garantizado», detalla el fallo.
En otro punto del documento, queda clara la diferencia que se establece entre los ahorradores que compraron participaciones preferentes y los especuladores que recurren a estos productos conociendo el riesgo.
«La actora debe ser considerada cliente minorista en cuanto a su perfil inversor, ostentando además la condición de consumidora y, por tanto, siendo merecedora de la máxima protección», señala la sentencia.
A pesar de que el Banco de Santander recurrió el fallo, la ley se puso de parte de la afectada. Así lo ha confirmado el abogado de la demandante, José Iglesias Ares -que lleva varios casos más de afectados por preferentes-, quien explicó ayer que la sentencia ha sido acatada y que su cliente ya ha recuperado su dinero.
Según el letrado, este tipo de procesos requieren entre tres y cinco meses en primera instancia y diez meses más en segunda instancia para resolverse.