Afirma que sus funciones en Caixanova y en Novacaixagalicia eran solo «de representación»
27 jul 2012 . Actualizado a las 10:36 h.«Ni como presidente de Caixanova ni como copresidente de Novacaixagalicia he tenido funciones ejecutivas. He ejercido mis cargos con carácter institucional y representativo». A los 30 segundos de su comparecencia en el Congreso, Julio Fernández Gayoso había dicho todo lo que pretendía decir. Lo demás fue un relleno. Pese a estar imputado, entre otros delitos, por administración desleal y apropiación indebida, eludió cualquier responsabilidad en Novacaixagalicia y en Caixanova desde el 2006 y dijo que no tomó «una sola decisión personal» porque no tenía «poderes».
Ante la estupefacción de los portavoces de todos los grupos, Gayoso dedicó su intervención a glosar la historia de Caixanova y a asegurar que siempre fue una entidad solvente, sin referirse a los motivos que forzaron su fusión con Caixa Galicia y la posterior nacionalización de Novacaixagalicia. Luego, no respondió prácticamente a ninguna de las preguntas de los diputados.
Al portavoz del PSOE, Miguel Cortizo, que lo interrogó sobre quién le impuso la fusión con Caixa Galicia, le contestó que no era él sino el consejo el que la rechazaba. Aseguró incluso desconocer el informe de la auditora KPMG que avalaba esa fusión. «No lo conozco, nunca lo tuve en mi poder, no nos fue facilitado a la caja», dijo, y añadió que «volver a abrir en canal» la fusión es «un camino que no conduce a ninguna parte».
No dio explicaciones sobre las preferentes
Tampoco dio una explicación de la colocación de participaciones preferentes en Caixanova, escudándose en que es un asunto investigado por la Justicia. En cuanto a las indemnizaciones en Novacaixagalicia, por las que está imputado, se limitó a decir que él no ha cobrado «ni un euro por su jubilación». A pesar de lo que dijo, Gayoso recibe una pensión de 689.000 euros brutos anuales desde que dejó el cargo.
Tras su comparecencia, La Voz de Galicia preguntó a Fernández Gayoso si compartía la opinión del ex gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que afirmó ante la misma comisión que tanto Caixanova como Caixa Galicia tendrían que haber sido intervenidas de no haberse fusionado. Pero rechazó contestar afirmando do que ya había dicho «todo lo que tenía que decir».
Todos los grupos, excepto CiU, mostraron su indignación con el compareciente. Fernando López Amor (PP) lo acusó de dibujar «un mundo feliz» pese a ser el mayor responsable «del desastre de todo el sistema financiero gallego». Miguel Cortizo (PSOE) le pidió que tuviera «un gesto de honradez» y dijera la verdad, mientras Olaia Fernández (BNG) lo acusó de tener «mucha responsabilidad en lo que está ocurriendo». Representantes de CC.?OO. y UGT respondieron a las afirmaciones del banquero gallego diciendo que «aún sin funciones ejecutivas», «no se hacía nada sin el visto bueno de Gayoso».