Letonia, Lituania, Polonia y Portugal piden que se renegocie el acuerdo
26 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.España da por acorralada a la comisaria de Pesca, Maria Damanaki. Aunque esta todavía ayer volvió a incidir en que el acuerdo suscrito con Mauritania fue «el mejor que se pudo conseguir dada la situación en que estaba la negociación», y que es «prematuro» descartar el protocolo, lo cierto es que es difícil que tantas voces estén equivocadas. La de España es quizá la más aguda, pero no es la única en contra. Todos los Estados miembros con intereses en las aguas de ese país africano ponen peros al acuerdo. Y algunos no han dudado en hacerlo constar por escrito. Es el caso de Letonia, Lituania, Polonia y Portugal, cuyas autoridades pusieron ayer su firma al lado de la de Miguel Arias Cañete en una carta dirigida a Damanaki en la que piden que se renegocie el acuerdo de pesca de la Unión Europea con Mauritania.
De hecho, que el pacto con Nuakchot se llevase ayer ante los Veintisiete responde a una iniciativa española, que quiso trasladar al Consejo su profunda decepción por un acuerdo que, según Cañete, contraviene hasta los mismos principios que inspiran la negociación de los acuerdos con terceros países, puesto que se ofrece una contraprestación muy elevada para unas posibilidades muy reducidas, nulas para los cefalopoderos (24 de capital gallego se han quedado sin caladero) y de difícil acceso para los marisqueros y los arrastreros pelágicos.
El ministro español regresó satisfecho. A su juicio, Damanaki empieza a reconsiderar su postura, pues se mostró dispuesta a «cooperar con los Estados miembros para encontrar las mejores soluciones a sus inquietudes» y aludió a analizar en un grupo de trabajo el acuerdo y su posible renegociación.
Minoría de bloqueo
De todos modos, como dijo la comisaria, «el Consejo decidirá en última instancia». Y ahí España sigue trabajando para conseguir una minoría de bloqueo, que da casi por lograda. La suma de los cinco países que trasladaron por escrito su rechazo a los términos en los que se ha firmado el protocolo suman 77 de los 90 votos que se precisan. Y se superarían solo con subir al carro a Francia o a Italia, también muy críticos con el acuerdo que, como dijo en su día Damanaki, firmó el negociador comunitario bajo la responsabilidad de la comisaria. Eso sí, haciendo oídos sordos a las voces que recomendaban que no lo hiciese y que ahora protestan indignadas.
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