De los procesos de fusión en marcha, la de la malagueña Unicaja con Banco Ceiss (resultado de la unión de la leonesa Caja España y la salmantina Caja Duero) puede seguir adelante sin necesitar más capital. Al menos si se tiene en cuenta el resultado del test de estrés según el cual el grupo tendría un excedente de 1.300 millones de euros en el escenario base y de 128 millones en el adverso.
Fuentes financieras destacaron ayer que la clave para haber superado con nota la auditoría estaría en la solvencia ganada en los años buenos y en los créditos fiscales, y las plusvalías contables que permiten una fusión a la que el presidente de la solvente Unicaja, Braulio Medel, ya no podrá resistirse alegando una operación deficitaria.
Otro gran matrimonio en marcha, sin embargo, parece tambalearse. Se trata de la unión a tres bandas de Ibercaja, Liberbank y Caja 3. El grupo resultante tiene un déficit de capital de 2.108 millones de euros en el escenario adverso según constata la auditoría hecha pública ayer.
Sobre el futuro de esta fusión, el subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, aseguró ayer que «no tiene por qué interrumpirse», aunque aclaró que el calendario y los detalles de la operación «tendrán que tener en cuenta los resultados de los test de estrés»