El país heleno ya ha cerrado con la troika ajustes por 13.500 millones
22 oct 2012 . Actualizado a las 09:40 h.El Ministerio de Finanzas alemán estudia proponer que Grecia recompre parte de su deuda soberana, aprovechando los bajos precios a los que se mueven ahora en el mercado, con el fin de reducir su carga. Así lo recogía en su edición de ayer el semanario germano Der Spiegel. La idea es que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) preste dinero al país heleno para que pueda adquirir sus bonos, que cotizan a una media del 25 % de su valor de emisión. De esa manera, con cada euro procedente del MEDE podrían retirarse cuatro euros de vieja deuda pública griega del mercado y con 10.000 millones de euros se reduciría la carga de la deuda del país heleno en un total de 40.000 millones.
El departamento que dirige Wolfgang Schäuble considera que para lograr ese objetivo será necesario abrir negociaciones con los inversores para que se conformen con recibir solo la cuarta parte del dinero que reclaman.
Tras una operación así, Grecia recuperaría prácticamente la capacidad de financiarse por sí sola en los mercados, estiman los expertos del ministerio de Schäuble. Con todo, fuentes de ese departamento declinaron ayer comentar la información y volvieron a recordar la necesidad de esperar al informe de la troika de acreedores formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), antes de hablar de nuevos pasos a seguir.
Jörg Asmussen, anterior secretario de Estado en el ministerio de Schäuble y actual miembro del consejo de gobierno del BCE, ya habría hablado de esta posibilidad con anterioridad. Sin embargo, la puesta en marcha de un programa de este tipo es muy complicada y los detalles todavía están sin definir.
Nuevos ajustes
Por lo demás, el nuevo paquete de medidas de ajuste que han estado negociando en las últimas semanas el Gobierno griego y los representantes de la troika ya está completamente listo, según publicaba ayer el dominical heleno To Vima, que asegura que el plan le fue presentado a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en la cumbre de finales de la semana pasada.
Asciende a 13.500 millones de euros (11.500 en recortes y otros 2.000 de incremento de ingresos vía aumento de impuestos) y carga las tintas en el sector público y en las pensiones, así como en la carga fiscal de los trabajadores autónomos. Entre otras cosas prevé la supresión de una de las pagas extras de los empleados públicos y de los pensionistas y que los trabajadores de las empresas del Estado que van a ser privatizadas igualen salarios a los de los trabajadores públicos. En la práctica significa que en el futuro nadie ganará más de 1.900 euros brutos al mes. También se prevén fuertes recortes en el sector de la educación, donde se suprimirán puestos sobre todo a nivel administrativo.
La reforma de las jubilaciones acordada prevé elevar la edad de jubilación a los 67 años y hacer posible las prejubilaciones a una edad considerablemente más alta que hasta ahora. La cuantía de las pensiones se recortará entre un 3 y un 12 %, y en algunos casos será de casi el 25 %.