El supervisor europeo respalda a la CNMV al prohibir las posiciones cortas

EFE

ECONOMÍA

El pasado 19 de octubre la CNMV prorrogó la prohibición de posiciones cortas en los mercados secundarios hasta hoy, fecha en la que entra en vigor el nuevo reglamento europeo que regula las operaciones especulativas en los países miembros.

01 nov 2012 . Actualizado a las 12:01 h.

La Autoridad Europea de Mercados Financieros (ESMA, en inglés), el supervisor bursátil europeo, ha avalado la petición de la CNMV de prohibir hasta finales de enero de 2013 las apuestas a la baja de los inversores contra los valores de la bolsa española.

El organismo europeo ha emitido un dictamen en el que considera apropiada y proporcionada la petición de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), por las repercusiones que pueden tener las denominadas posiciones cortas para la economía española.

Asimismo, la ESMA cree que el plazo de tres meses en el que estarán vigentes las limitaciones a este tipo de operaciones está justificado.

Las posiciones cortas o apuestas a la baja consisten en tomar prestadas acciones para venderlas en el mercado con la esperanza de que su precio caiga, momento en el que los títulos se recompran más baratos y se devuelven a su propietario, obteniendo como ganancia la diferencia entre el precio de venta y el de recompra posterior.

El pasado 19 de octubre la CNMV prorrogó la prohibición de posiciones cortas en los mercados secundarios hasta hoy, fecha en la que entra en vigor el nuevo reglamento europeo que regula las operaciones especulativas en los países miembros.

Al mismo tiempo, el organismo que preside Elvira Rodríguez anunciaba su intención de iniciar los trámites para poder imponer restricciones durante otros tres meses más a partir del momento en que estuviera vigente la nueva normativa europea.

Desde hoy los inversores deben notificar a la CNMV las posiciones cortas en estos instrumentos para lo que el organismo ha puesto en marcha un servicio virtual donde comunicar las posiciones ya existentes y las nuevas, siguiendo los modelos y procedimientos que marca el reglamento europeo.

En octubre de 2011 el Parlamento, el Consejo y la Comisión Europea formalizaron un acuerdo para regular las ventas a corto y los llamados Credit Default Swaps (CDS), derivados que cubren el riesgo de una suspensión de pagos de un país o de una compañía, con el objetivo de limitar la especulación sobre las deudas soberanas.