Bruselas permitirá a NCG ser banco puente a cambio del duro ajuste

sofía vázquez / M. Sío Dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La entidad tiene dos años para vender Evo y cinco para recortar en torno a 2.000 empleos

26 nov 2012 . Actualizado a las 20:16 h.

A cambio de tener acceso a 100.000 millones de las arcas de los contribuyentes europeos, las entidades financieras con déficit de capital tendrían que hacer una esfuerzo titánico de supervivencia o dejarse morir, vendiéndose al mejor postor.

Una vez evaluadas las necesidades, este miércoles será el día clave. Bruselas dará a conocer cuáles son los planes de recapitalización que tendrán que acometer las entidades nacionalizadas de acuerdo con el calendario que recoge la biblia de la reestructuración del sistema financiero, es decir, el Memorando de Entendimiento (MOU).

De los cuatro bancos de momento intervenidos por el Estado, hay dos que ya saben que su futuro es la subasta: Catalunya Caixa y Banco de Valencia. Esto supone que la reestructuración de sus respectivas plantillas correrá a cargo de su comprador.

Bankia, la gran patata caliente del sistema, y Novagalicia Banco son las otras dos entidades que recibirán una inyección de capital a cambio de duros recortes. La regla es sencilla: cuanto más dinero, más exigencias.

La auditoría de Oliver Wyman dijo que NCG Banco necesita 7.176 millones de euros y Bankia 24.743. Aunque es probable que la cantidad solicitada entre ambas sea bastante inferior (según el Gobierno, de los 100.000 millones del rescate se utilizarán 45.000).

A cambio, ambos bancos tendrán que afrontar una dura reestructuración de oficinas y plantilla que podría afectar a 8.000 empleos. ¿Cuántos de NCG? La cifra está todavía abierta. Hay una estimación de 2.000 bajas más hasta el 2017 (la plantilla actual es de 5.946 personas), pero a esta cifra hay que descontar los 600 puestos de trabajo de Evo -la red de oficinas externa que la entidad deberá vender antes de dos años con plantilla incluida- y el personal que pueda quedarse en la gestión de activos de la Sareb o banco malo.

Vuelta a los orígenes

Como también aparece en el MOU, NCG tendrá que volver a su territorio de origen, es decir, Galicia, Asturias y Castilla y León y centrarse en el negocio minorista, siguiendo el esquema de las cajas alemanas. Todo ello unidos a la venta de participaciones industriales y el traspaso de activos tóxicos al banco malo.

Si los acuerdos alcanzados con Bruselas se confirman el miércoles, tras cuatro años de reestructuración, NCG se convertirá en un banco puente, es decir, tras este ajuste gradual, volverá a ser una entidad viable en un período de entre 3 y 5 años, momento en el que se podrá vender a inversores privados (la entidad presidida por José María Castellano prima este camino) y de esta manera las arcas públicas europeas recuperarán la inversión. El MOU contempla que los bancos que reciban dinero público salgan a Bolsa en ese período de tiempo, con lo que el plan de NCG incluiría ambas posibilidades: entrada de capital privado directamente y con su salida a Bolsa.