La conversión en fundaciones, nuevo frente entre Madrid y Bruselas

La Voz

ECONOMÍA

07 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Se anuncia tormenta entre Madrid y Bruselas a cuenta de la conversión de las cajas de ahorros en fundaciones. Según las informaciones que han ido trascendiendo estos días, el Ministerio de Economía quiere permitir que algunas cajas puedan mantener el control de sus bancos, pese a que el documento que regula el rescate financiero (el MoU) dice esto: «Las autoridades españolas prepararán para finales de noviembre del 2012 normas que aclaren la función de las cajas en su calidad de accionistas de entidades, para, en último término, reducir su participación hasta un nivel no mayoritario».

La troika quiere impedir que las cajas puedan seguir tutelando sus bancos, y esto afecta a entidades como La Caixa (que tiene más del 80 % de Caixabank), Unicaja, Ibercaja o Kutxabank (estos últimos, socios únicos de sus bancos). Y no parecen dispuestas a ceder a otros inversores el control de bancos que ellas han creado.

El Gobierno ha planteado a la UE crear para estos casos unas fundaciones bancarias que podrían mantener su peso mayoritario a cambio de más transparencia en la concesión de créditos, mejor gobierno corporativo (sin políticos, sindicalistas o representantes de patronales), y mayor supervisión del Banco de España. Está por ver si con esas condiciones la troika acepta.

El papel de la caja gallega

¿Y qué pasa con Novacaixagalicia? Sobre el papel, no le afecta este debate porque su problema es otro, el de la propia subsistencia dentro de NCG Banco. La caja tiene el 6,84 % del banco al que dio origen, frente a un 90,57 % en poder del FROB. Por lo tanto, está lejos de tener el control. Sin embargo, hay dudas porque se interpreta que el FROB no contabiliza al no ser un propietario convencional (es el fondo de rescate bancario). Para aclararlo, la caja ha encargado un estudio jurídico.

En todo caso, la medida solo le afecta para una cuestión los plazos, porque se convertirá seguro en una fundación. Su incógnita es otra: ¿cuánto perderá al recibir NCG la ayuda europea?