Pide 3 años de inhabilitación para Viñas y el consejero Vilariño por irregularidades contables
22 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La entrada de Barreras en concurso de acreedores no fue fortuita. Es lo que afirma el fiscal que, en un informe fechado el pasado 15 de enero, ha puesto nombre y apellidos a los que considera culpables de la situación a la que se vio abocado el astillero en julio del 2011: José Francisco González Viñas -era el presidente del consejo de administración- y Fernando Vilariño Barreiro, consejero y responsable económico-financiero.
Basándose en el informe provisional de los administradores concursales, el fiscal jefe del área de Vigo, Juan Horro González, señala que queda claro que «a contabilidade recollía de modo sistemático uns saldos deudores inexistentes que non cabe menos que considerar unha seria irregularidade contable».
«Á luz da gravidade das condutas imputadas» pide para cada uno de ellos una inhabilitación de tres años tanto para administrar bienes ajenos como para representar a cualquier persona. Pide asimismo la pérdida de cualquier derecho que pudieran tener como acreedores del astillero. En caso de que el juez termine dictaminando su culpabilidad lo que no tendrán Viñas y Vilariño será responsabilidad patrimonial, de la que quedaron exentos cuando la junta de acreedores aceptó perdonar a Barreras el 80 % de la deuda, cifrada en algo más de 71 millones de euros.
En concreto, el supuesto de los que recoge la Ley Concursal que Horro pide que se aplique es el que determina que la suspensión de pagos será culpable -así se denomina- «cuando el deudor legalmente obligado a la llevanza de contabilidad incumpliera sustancialmente esta obligación, llevara doble contabilidad o hubiera cometido irregularidad relevante para la comprensión de su situación patrimonial o financiera en la que llevara». Los tres actores implicados -Barreras, Viñas y Vilariño- disponen de un plazo de diez días para realizar las aportaciones que consideren oportunas al juez, que es ahora el que tiene la última palabra y, con ella, el cierre total de un proceso cuyo punto de inflexión se produjo el 30 de julio, cuando la junta de acreedores permitió a la factoría eludir la quiebra. El actual presidente del astillero, José García Costas, reconoció hace unos días que hasta que se sustancien los «flecos judiciales» no se producirá la anunciada entrada de nuevos accionistas.