Espera que lleguen a un acuerdo y se mantengan en el capital
27 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Con un Gobierno del PP en Galicia y del mismo signo también en Madrid, con un presidente de la Xunta gallego y con un presidente también gallego en el Gobierno central resulta difícil entender el vapuleo que está sufriendo el sistema financiero de la comunidad autónoma, que corre el riesgo de desaparecer por completo del mapa nacional. Ello depende de que siga adelante o no el proyecto que lidera en NCG José María Castellano, y de que se consiga un comprador antes del 1 de mayo para el Banco Gallego. Pero, hoy por hoy, los empresarios que apoyaron ambos proyectos han visto desaparecer -o están a punto de hacerlo- el total de la inversión.
Entre el jueves y el viernes pasado, el grupo de 19 empresarios que invirtieron 70 millones en el capital de Novagalicia Banco comenzaron a presentar recursos de reposición contra la resolución del FROB que los obligó a participar de una operación acordeón para afrontar pérdidas. Según alegan, se realizó sin haberles dado el mínimo trámite de audiencia y sin respetar los principios constitucionales para la expropiación.
Preguntados sobre la situación que se vive en la entidad, desde la Consellería de Facenda se reiteró la necesidad de que los inversores gallegos y el FROB, que tiene en sus manos ahora el 100 % de las acciones de la entidad, «cheguen a un acordo que lles permita manter a súa participación na entidade financeira». «O Goberno galego agarda que Novagalicia Banco siga sendo un proxecto autónomo, no que os investidores galegos manteñan a súa participación, xa que estes non deben responsabilizarse dos erros anteriores cometidos».
No obstante, estas palabras ya fueron expresadas meses atrás tanto por conselleira de Facenda como por el presidente de la Xunta, Núñez Feijoo, sin que hasta ahora haya habido ningún tipo de acercamiento de posturas entre el FROB (dependiente del Ministerio de Economía y del Banco de España) y los accionistas gallegos, al menos que haya trascendido a la opinión pública.
De la Xunta también depende ahora la fundación Novacaixagalicia, que ha visto cómo los 181 millones de euros en los que fue valorada su participación en la entidad financiera desaparecían con la mencionada operación acordeón, con lo cual ha perdido su principal fuente de ingresos para sostener la obra social.
Así las cosas, los empresarios afectados, entre los que se encuentran los grupos Gadisa, Inveravante e Hijos de Rivera, siguen adelante con las acciones judiciales, al tiempo que se mantienen dispuestos a negociar una solución.