Iberdrola diseña una plataforma flotante para aerogeneradores que salva el obstáculo de la profundidad. El artefacto podría soportar olas de hasta 31 metros ?
17 feb 2013 . Actualizado a las 12:45 h.TLP, las siglas de Tensioned Legged Platform o, lo que es lo mismo, el futuro de la energía eólica marina. Esa es la apuesta del departamento de proyectos Offshore de Iberdrola, que está probando con éxito lo que esta nueva plataforma flotante para aerogeneradores es capaz de soportar, nada más y nada menos, olas de 31 metros, el triple de las registradas en la costa gallega con el Gong, la primera ciclogénesis explosiva de este invierno.
Hasta ahora, los parques eólicos marinos que están en funcionamiento o a punto de estarlo, se basan en aerogeneradores fijos, cimentados sobre el fondo. En el caso de España -especialmente en Galicia, que tiene el mejor recurso eólico marino de Europa- la gran profundidad de las aguas, superior a 60 metros a corta distancia de la costa, la única vía para explotar en el futuro el recurso offshore (la eólica marina) con grandes parques pasa por la instalación de los aerogeneradores en plataformas flotantes.
Aún en fase de experimentación -son iniciativas de I+D con tecnología 100 % española-, estos sistemas permiten que el molino flote sobre la superficie anclado al fondo con cables.
Entre cinco y diez años
«El plazo para implantar esta tecnología calculamos que sea de entre cinco y diez años para parques de 500 megavatios. Su rentabilidad, de hecho, pasa porque sean grandes parques. De cero a cinco, estamos en la fase tres», apunta el gallego Juan Amate López, responsable de Proyectos Offshore de Iberdrola Ingeniería y Construcción.
Explica que de los tres tipos de base flotantes que hay -semisumergibles, que flotan como un barco; las spar, que funcionan como un péndulo o boya, y las TLP- han escogido este último porque su comportamiento dinámico, es decir, el movimiento del soporte en el mar, es mínimo, y además su peso es la mitad de las otras opciones. «Los resultados de las pruebas en el canal han sido espectaculares», comenta Amate. Primero en el Canal de Experiencias Hidrodinámicas de El Pardo (Cehipar), dependiente del Ministerio de Defensa, y luego en el Canal de Ensayos Hidrodinámicos (Cehinar) de la Escuela de Navales, en Madrid, están realizando pruebas con plataformas sobre las que se han montado aerogeneradores de 2 y 5 megavatios a escala 1:35 y 1:40, respectivamente.
A escala real, su peso es de 750 y 1.500 toneladas respectivamente y superan los 200 metros de altura total. Solo la plataforma mide 80 metros: 40 de los cables de tensión que la anclan al fondo y otros 40 hasta la línea de agua, mientras que el aerogenerador de 5 megavatios mide 90 metros. A ellos hay que sumar los 50-60 de las palas, que «no entran en el Bernabéu», bromea Amate.
Recreando Estaca de Bares
En el canal simulan «exactamente» las condiciones que hay en mar abierto. «Recreamos las condiciones más duras posibles, que son las de Estaca de Bares y las llevamos al extremo, simulando olas de hasta 31 metros de altura», indica. Sirva como ejemplo que la ola que asoló Fukushima tras el tsunami alcanzó los 11 metros.
Sensores infrarrojos miden las oscilaciones de la plataforma -ya instalada- ante las olas, así como el comportamiento durante su traslado, ya que Iberdrola también está probando sistemas de remolque de los aerogeneradores: tanto con barcaza como con remolque con flotadores reutilizables.
Y en todos los casos, como indica el responsable de Proyectos Offshore, los resultados han sido «brillantes». «Una ola de 31 metros provoca un desplazamiento hacia atrás y hacia delante de la plataforma de 10-11 metros», señala. Es decir, una oscilación leve, ya que se estima que los generadores estén separados entre sí por unos 400 metros.
La ola «normal» en Galicia -explica Amate- es de 1,5 metros, pero en el canal se hacen pruebas extremas tanto de transporte como del ingenio ya instalado, para evaluar al milímetro el comportamiento y la viabilidad de los costes y plan de negocio.
Prototipo a escala real
«Ahora el siguiente paso es construir un prototipo a escala real», dice el ingeniero, con lo que esta tecnología flotante estará más cerca de ser una realidad. Respecto al impacto visual, principal inconveniente de los parques eólicos terrestres y también en el caso de los offshore cercanos a la costa, Amate apunta que con las plataformas flotantes «puede estar a 30 kilómetros de la costa y ser imperceptible».
La pruebas se realizan en dos canales de experiencias hidrodinámicas de Madrid
PRUEBAS EN DOS CANALES DE MADRID. rIberdrola ha iniciados ya pruebas reales con plataformas flotantes y aerogeneradores en dos canales de ensayo de Madrid | benito ordóñez