
El Ejecutivo no consiguió hacerse con los apoyos suficientes, pese a salvar del sablazo a los pequeños ahorradores
20 mar 2013 . Actualizado a las 12:20 h.El Eurogrupo volvió sobre sus pasos el lunes y trató de deshacer el entuerto suavizando el feroz rescate de Chipre, salvando a los pequeños ahorradores del sablazo. El objetivo: calmar la indignación que había desatado su decisión, no solo en la isla, sino también en el resto de Europa, y facilitar la aprobación del plan en el Parlamento chipriota. Todo para nada. No han conseguido ni lo uno, ni lo otro.
Le recomendaron sus socios al presidente Anastasiadis que librara de la quita a los depósitos de hasta 100.000 euros, los que protegen los Fondos de Garantía nacionales. No les hizo caso. Desoyendo su consejo, el chipriota se presentó en el Parlamento con la propuesta de indultar a los ahorros de hasta 20.000 euros, gravar con un 6,75 % el tramo entre esa cifra y los 100.000 euros, y con un 9,9 % los fondos que superasen ese listón. Ni por esas. El rechazo fue total. Ni siquiera los diputados del partido del Gobierno (DISY) votaron a favor. Sorprendentemente, se abstuvieron. Todos los demás, incluidos los del socio del Ejecutivo (DIKO), le dieron la espalda. De los 56 parlamentarios con los que cuenta el país, 36 votaron en contra y 19 se abstuvieron. El que falta no estaba presente.
No fue una sorpresa. Ya lo había anunciado por la mañana el propio Anastasiadis tras la ronda de reuniones de urgencia que mantuvo con las distintas formaciones políticas, y después de que el presidente del Parlamento, el socialista Yiannakis Omirou, pidiera a los diputados que dijeran «no al chantaje». «Es la única respuesta posible», zanjó.
Hay que seguir negociando
Ahora, no queda otra que seguir con las negociaciones. El presidente retomará esta mañana las conversaciones con los líderes de los grupos parlamentarios para tratar de encontrar una salida al embrollo en el que se ha convertido el rescate de la isla.
Nicosia ha de recaudar, sí o sí, los 5.800 millones de euros que le exige la troika a cambio de la ayuda de 10.000 millones que está dispuesta a prestarle. Si no es confiscando parte de los ahorros de la población, tendrá que ser de otra manera. Puede que opten por tocar impuestos como el IRPF, el IVA o el de sociedades. Pero esa vía no sería todo lo rápida y eficaz que quieren los prestamistas.
Por si acaso, Alemania ya ha dejado caer que sin apoyo del Parlamento al plan, no habrá dinero para el país.
Y ya hay quien habla de una solución rusa a base de préstamos. Así las cosas, el rechazo de los parlamentarios chipriotas deja todo en el aire. Y ya se sabe que a los mercados no les va la incertidumbre. Huyen de ella como de la peste. Lo volvieron a dejar claro ayer. Con el más que probale no de Chipre a la quita planeando sobre las mesas de operaciones, el nerviosismo fue más que evidente. La prima de riesgo española lo reflejó con una subida de 14 puntos, hasta los 369, con la rentabilidad del bono a diez años en el 5,04 %; y el Ibex, con una caída del 2,20 %.