El Gobierno prolonga el corralito hasta el martes que viene
21 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El BCE amenazó ayer a Chipre con cortar la financiación de emergencia a sus principales bancos y forzar su bancarrota. El banco central, que mantiene a flote a las dos mayores entidades de la isla con un programa especial puesto en marcha durante la crisis, advirtió a Nicosia de que puede cancelar la línea de liquidez si no pacta con urgencia un nuevo rescate. Sin acceso a respiración asistida, la banca chipriota no solo se desplomaría de inmediato, sino que arrastraría al país a la quiebra y podría provocar su salida de la divisa común.
«Solo podemos inyectar liquidez si las entidades son solventes», remarcó Jörg Asmussen, el consejero alemán del BCE. Hasta ahora, el eurobanco no se planteaba cerrar el grifo porque existía la perspectiva de un rescate para recapitalizar la banca, pero el no del Parlamento ha alterado toda la ecuación. «Su solidez ya no está asegurada si no se acuerda un programa de asistencia pronto», agregó.
La advertencia del BCE suena mucho a táctica negociadora, pero cobra más cuerpo si se tiene en cuenta el fuerte respaldo de Alemania. Poco después de conocerse el resultado de la votación, el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schäuble, insistió en que la supervivencia de la banca pende de un hilo. «Alguien debería explicar todo esto a los chipriotas. Hay riesgo de que las entidades no puedan volver a abrir sus puertas», enfatizó.
Nicosia ha prolongado hasta el martes el cierre obligatorio de las entidades para evitar una fuga masiva de capitales.