La CNMV y la Fiscalía estrechan el cerco sobre el caso Pescanova

Natalia Bore MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Hay indicios de uso de información privilegiada en la venta de acciones

23 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha remitido a la Fiscalía el expediente de Pescanova al ver indicios de un presunto delito de uso de información privilegiada en la venta de acciones de la compañía que su presidente hizo poco antes de anunciar el preconcurso de acreedores. Así lo confirmó ayer la presidenta del supervisor, Elvira Rodríguez.

Lo que disparó las alarmas fue el hecho de que Manuel Fernández de Sousa, cuyo mandato precisamente expira hoy, se deshiciera de la mitad de su paquete accionarial (un 7 %, casi dos millones de títulos) entre diciembre y febrero, sin dar cuenta al supervisor, como obliga la ley, en un plazo de cuatro días.

Con la operación, que admitió ante la CNMV a través de un hecho relevante el pasado 15 de abril, Sousa se embolsó casi 32 millones de euros, prácticamente el triple de lo que habría sacado con el último precio de las acciones (5,91 euros), pues vendió antes de que trascendieran los problemas de la empresa y se hundiera su cotización, suspendida el 12 de marzo. Junto con el presidente, también su hijo y su cuñado, ambos consejeros de la firma, también vendieron antes del desplome.

Además del frente que ahora abre la Fiscalía -el expediente le llegó el viernes- por un presunto delito de abuso de mercado, en concreto de uso de información privilegiada, tipificado en el artículo 285 del Código Penal y castigado con penas de entre uno y cuatro años de cárcel y multa del triple de lo obtenido, la CNMV mantiene abiertas otras tres investigaciones por irregularidades de Pescanova: no comunicar la nueva participación del presidente tras la venta de acciones; no atender a los requerimientos de información del supervisor y no remitirle las cuentas.

Asimismo, según un informe de la auditora BDO, Pescanova habría usado cinco empresas (todas de fuera de España) para ocultar 480 millones de la deuda total, que se estima en 3.100 millones. La fórmula: créditos documentarios que hacían que las filiales asumieran el pasivo.

En lo que respecta al segundo accionista de la multinacional, Damm, sigue a la espera de los números: «Sin ellos no vamos a pedir que se convoque el consejo. Tenemos que aguardar a que se vayan moviendo las palancas activadas: juzgado, nombramiento de administrador concursal, CNMV y Fiscalía».

Según fuentes financieras, Pescanova se ha puesto en contacto con las entidades que formaban el steering committee y que se disolvió tras la solicitud de concurso. Pide que se reinstaure el comité para mantener reuniones en las que renegociar. La banca no es demasiado favorable a ello porque sostiene que si no funcionó durante un mes nada indica que pudiera hacerlo ahora.