El Banco de España alquila en Sanxenxo pisos de lujo para que veranee su personal

ECONOMÍA

El organismo puede pagar estancias gratuitas en vacaciones para premiar la productividad de sus empleados
25 abr 2013 . Actualizado a las 15:25 h.En la urbanización Illas Atlánticas, a caballo entre Sanxenxo y Portonovo, frente a la playa de Baltar, un lugar con piscinas y zonas ajardinadas privadas, el Banco de España, a través de una agencia de viajes, tiene alquilados por quincenas un total de seis pisos desde el 15 de junio al 15 de septiembre para el disfrute estival de algunos miembros de su plantilla.
Los precios por cada dos semanas oscilan entre los 1.600 y los 2.000 euros, dependiendo de la época y la dimensión del apartamento. Fuentes consultadas sobre esta operación de arrendamiento han revelado que, en principio, los trabajadores de la entidad solo pagarían un seguro de hogar y un recargo en caso de ocupar la estancia en la época de mayor demanda.
Una versión que encajaría con la propia normativa de la entidad. El Reglamento del Trabajo del Banco de España, en vigor desde 1979, en su artículo 163, establece la posibilidad de conceder bonificaciones con el fin de «recompensar la conducta, rendimiento, laboriosidad y cualidades sobresalientes del personal». Estos premios, tanto para personal como para directivos, van desde abonos en metálico a beneficios en especie, como el aumento de las vacaciones en cinco o diez días o el pago de «estancias gratuitas en los lugares que determine el organismo durante el período de vacaciones reglamentarias». Es decir, que con la norma en la mano, el Banco de España puede pagarle el veraneo al personal que estime oportuno en función de su rendimiento.
Sobre el asunto de los alquileres de verano en Sanxenxo, otras fuentes consultadas dentro de la entidad han precisado que, en ocasiones, estos arrendamientos estivales, ofertados en varios puntos de la geografía española, entrarían dentro del programa de beneficios sociales que el banco ha pactado con sus trabajadores, más allá del convenio. En esos supuestos, el trabajador pagaría una parte del alquiler, sin que se sepa en qué porcentaje.
«Suelen ser apartamentos de verano a un precio más barato que si los gestionas por tu cuenta: está dentro de los beneficios sociales de los empleados, como en muchas otras empresas», aseguran fuentes consultadas entre el personal del organismo supervisor. Sin embargo, el Banco de España es una entidad de derecho público, que se financia también vía impuestos de todos los contribuyentes y cuyo presupuesto, que asciende a unos 457 millones de euros, asigna el Ejecutivo central anualmente en las cuentas del Estado. Consultada sobre el alquiler de viviendas de lujo en Sanxenxo para sus empleados, la dirección de comunicación del Banco de España ha declinado elevar esa pregunta y se ha limitado a decir que, seguramente, «se corresponderá con el plan de beneficios sociales de la entidad, un asunto sobre el que nunca se informa a los medios».
Mutismo sindical
En la sección sindical de la entidad se niegan a facilitar información. Ni CC.OO, ni UGT, ni el Sindicato Autónomo de Trabajadores del Banco de España (Satbe) han querido dar detalles de ese programa de beneficios sociales porque es un «asunto privado» entre los trabajadores y la entidad. Las organizaciones sindicales tampoco se han pronunciado sobre los alquileres de verano. «Estamos cansados de que se manejen informaciones de manera sensacionalista y demagógica para hacer creer en medio de la crisis que somos unos privilegiados; se está manipulando de forma constante y nosotros no vamos a contribuir a esa campaña», aseguran representantes sindicales en la entidad.
No es la primera vez que asuntos relacionados con la transparencia afectan al Banco de España. En enero del 2012, es decir, hace poco más de un año, el Tribunal Supremo dictó una sentencia en la que obligaba a la entidad supervisora a informar a los representantes sindicales de los incentivos y gratificaciones que otorgaba a sus empleados. El Satbe pretendía que esa información se divulgara de forma individualizada, pero finalmente solo se circunscribió a la cifra global y al número de personas que recibían en total esas gratificaciones del banco.
finales de mayo del 2012, en una respuesta parlamentaria al diputado Alberto Garzón, de Izquierda Plural, el Gobierno precisaba que el Banco de España, a lo largo del 2011, había abonado más de un millón de euros en gratificaciones a un total de 446 empleados, entre mandos intermedios, inspectores y personal administrativo. Premios que, según la propia normativa laboral de la entidad, pueden ser en metálico o en especie. Es decir, pago de vacaciones, becas o viajes de perfeccionamiento y estudios.
La última sentencia del Supremo desestimaba un recurso del banco contra un fallo de la Audiencia Nacional, que consideró en noviembre del 2010 que el Satbe debía recibir información detallada sobre los incentivos de los trabajadores.