Alfredo Sáenz dimite como consejero delegado del Banco Santander

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ECONOMÍA

El consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, durante la presentación de los resultados de la entidad, el pasado 14 de abril
El consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, durante la presentación de los resultados de la entidad, el pasado 14 de abril Juan Carlos Hidalgo

La renuncia se produce tras la decisión del Banco de España de reabrir el proceso para determinar si cumple los nuevos criterios de honorabilidad. Le sustituirá Javier Martín Romoano

30 abr 2013 . Actualizado a las 10:40 h.

El Banco Santander ha comunicado esta mañana la renuncia voluntaria de Alfredo Sáenz como consejero delegado de la entidad y ha acordado nombrar nuevo consejero delegado a Javier Marín Romoano, que se incorporó al Grupo Santander en 1991 y que, hasta la fecha, ha sido director general del banco y responsable de la División Global de Seguros, Gestión de Activos y Banca Privada.

La renuncia se produce tras la decisión del Banco de España de reabrir el proceso para determinar si Alfredo Sáenz cumple los nuevos criterios de honorabilidad y por lo tanto puede continuar en su cargo. El supervisor bancario decidió reabrir el procedimiento administrativo después de que el Gobierno incorporara a la legislación española los criterios de la Autoridad Bancaria Europea sobre la honorabilidad de los cargos en las entidades financieras.

Alfredo Sáenz se incorporó al Grupo Santander en 1994, tras la adquisición de Banesto, y desempeñó el cargo de presidente de dicha entidad hasta el 2002, en que fue nombrado vicepresidente y consejero delegado de Banco Santander. El consejo de administración ha expresado su reconocimiento y agradecimiento a la extraordinaria labor realizada por Sáenz desde su incorporación al grupo y, especialmente, como consejero delegado de Santander.

El nombre de Alfredo Sáenz protagonizó la última medida que tomó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el 26 de noviembre del 2011, antes de dejar paso a Mariano Rajoy. El Ejecutivo decidió conceder el indulto a Sáenz por la condena que le impuso el Tribunal Supremo por acusación falsa cuando presidía Banesto. Sáenz y otros dos directivos presentaron una querella contra deudores de Banesto a sabiendas de que la acusación era falsa. Tras el indulto, el banquero pasaría a pagar una multa de 3.000 euros a cambio de la pena de tres meses de arresto y, lo que era más importante, la inahibilitación.

La polémica decisión del Gobierno en funciones fue cuestionada entonces y el Tribunal Supremo dictó sentencia el pasado febrero afirmando la «clara extralimitación» de las competencias del Ejecutivo con dicho indulto a Sáenz. El Alto Tribunal estableció entonces que «la ley no autorizaba al Gobierno a condonar cosa distinta de la pena o penas impuestas» y subraya que «llevar más allá la extensión de la gracia no solo contraviene la ley, sino la propia Constitución». Y el Banco de España anunció la pasada semana la reapertura del proceso.

El Banco Santander destaca la labor de Alfredo Sáenz en la entidad y ha destacado que en el periodo en el que desempeñó sus funciones, el Grupo casi cuadriplicó su tamaño, pasando de unos activos de 358.138 millones de euros (2001) a 1,25 billones de euros (2012) y de unos fondos gestionados de 453.384 millones de euros (2001) a 1,39 billones de euros (2012).