La Xunta contactó con el presidente de Fegatramer para analizar la situación
15 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Los daños causados a 18 camiones aparcados en la terminal de mercancías de O Ceao, de Lugo, y en la explanada de Tablicia solamente han tenido reflejo en tres denuncias. Las presentaron los chóferes de los vehículos pesados de las dos empresas afectadas, una de Narón y otra francesa, en la Comisaría de Policía de Lugo. Valoraron los desperfectos en 20.000 euros. Además de las ruedas que les pincharon a todos, a uno de los camiones le rajaron la lona y le arrojaron gasoil en la carga.
Los propietarios de los otros 15 vehículos no habían comparecido ni ante la policía ni en la Guardia Civil a media mañana de ayer, según confirmaron fuentes de los gabinetes de comunicación del instituto armado lucense y de comisaría. Señalaron, además, que la Guardia Civil no abrirá una investigación sobre estos casos hasta que no tenga constancia fehaciente de lo ocurrido, a través de la denuncia de los perjudicados. Cabe recordar que el sabotaje tuvo lugar en la noche del sábado al domingo, pero no fue descubierto hasta el domingo al mediodía.
Sin constancia de más casos
No hay constancia de que se hayan registrados más casos que los dieciocho computados entre la terminal de mercancías de O Ceao y la explanada de Tablicia, aunque no sería descartable que se hubieran producido y que los afectados no lo hayan denunciado. El miedo a represalias y el convencimiento por parte del sector de que las fuerzas de seguridad no están actuando en esta fase del conflicto del transporte son las posibles causas de que no se presenten más denuncias.
Responsables de la Xunta se pusieron ayer en contacto con la Federación Gallega de Transporte (Fegatramer) para tratar de buscar soluciones a este problema, según confirmó ayer su presidente, Alfonso Parga. Este explicó que la prioridad en este caso es restablecer el orden público y evitar que se sigan produciendo actos de este tipo. El siguiente paso, argumentó, depende en gran medida de los propios transportistas. Según dijo, no se soluciona con bajadas de precios que hacen inviables las empresas, sino plantándose ante las cargadoras, no trabajando por debajo de costes y exigiendo que se cumpla la ley.
Necesarios más cierres
El presidente de Fegatramer, que reconoció que el sector lleva años sometido a una reconversión encubierta, apuntó que si es necesario cerrar más empresas y despedir a más trabajadores «habrá que hacerlo».
Parga apuntó que en España han desaparecido entre un 14 y un 20 % de las compañías en los últimos dos años, según datos del Ministerio de Fomento. «En Galicia podemos estar falando de unhas mil empresas menos, sen contar aquelas que teñen parte da flota parada e as que renovaron os visados pero non está operando porque non lles cubre ter os camións en ruta».
Identificar a los autores
La Xunta, por su parte, vinculó ayer los sabotajes a la crisis económica «con escaseza de cargas e nun mercado totalmente liberalizado, no que a competencia é enorme, o que ten como consecuencia o descenso das tarifas». Lamentó «os feitos que están a acontecer, xa que a violencia, ademais de rexeitable, non contribúe a mellorar a complicada situación que atravesa o sector e introduce maiores incertidumes e perdas, o que complica a solvencia das empresas».
El Gobierno gallego «confía en que este tipo de actos non queden impunes», según una nota difundida ayer. En ella señala que están en contacto con la Delegación del Gobierno y con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, «co desexo de que nun prazo breve se identifique aos autores destes actos e sexan procesados».
La Xunta convocará al Comité Galego de Transporte por Estrada «para analizar esta situación e ver como podemos desenvolver conxuntamente solucións».