Lo sucedido en el Gallego en los últimos meses es la historia de una nacionalización atípica, fundamentada en que su accionista principal, NCG, era un banco nacionalizado que tenía que vender su participación.
Diciembre del 2012. El FROB incluye al Gallego entre las entidades que tienen que traspasar sus activos tóxicos inmobiliarios a la Sareb. Aporta 1.000 millones, con un fuerte descuento.
Enero del 2013. La junta de accionistas, controlada por el FROB (a través de NCG) decide reducir a cero todo el capital del banco para cubrir el déficit patrimonial, provocando pérdidas a todos sus accionistas. Aprueba una ampliación de capital de 170 millones.
Febrero del 2013. El FROB inicia por sorpresa la subasta del Banco Gallego
Marzo del 2013. El FROB aporta 80 millones en la ampliación de capital y se queda con el 99,9 % de la entidad con sede en Santiago.
Abril del 2013. Adjudicado el Gallego al Banco Sabadell por 1 euro y 325 millones en ayudas.