El Bundesbank se queda solo en sus críticas contra el plan de Draghi para salvar el euro

almudena de cabo BERLÍN / COLPISA

ECONOMÍA

El Constitucional germano tiene que valorar ahora si el BCE invadió competencias nacionales

12 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Pudo ser peor. Porque el principal índice de la Bolsa española llegó a despeñarse por debajo de los 8.000 puntos, aunque finalmente se recuperó un poco y cerró con un descenso del 1,68 %, lo que coloca el balance anual en números rojos. Y la prima de riesgo, que cerró en 307, ha regresado a los niveles en los que se movía en abril.

La culpa la tienen la incertidumbre que suscitan las deliberaciones del Constitucional alemán acerca del programa de compra de deuda pública que anunció el BCE en septiembre. El alto tribunal comenzó ayer su análisis de dos días de duración para ver si la institución se excedió en sus deberes. El presidente del BCE, Mario Draghi, consiguió en ese momento lo que buscaba: calmar a los mercados en un momento en que la escalada de las primas de riesgo española e italiana amenazaba con hacer saltar el euro por los aires. El Constitucional germano tiene que valorar ahora si el BCE invadió competencias nacionales. Con su pronunciamiento dará respuesta a la demanda interpuesta por la plataforma alemana Más Democracia, que cuenta con el apoyo de 37.000 firmas. La del diputado cristianosocial Peter Gauweiler (CSU), entre otros euroescépticos, y la de la fracción parlamentaria del partido de La Izquierda, entre ellas.

El primer día se centró en la exposición de los testigos. Por un lado, el alemán Jörg Asmussen, miembro del comité ejecutivo del BCE, encargado de defender la postura de la entidad europea y por otro, el acérrimo detractor de los planes de Draghi y presidente del Bundesbank, Jens Weidmann. El cara a cara entre los dos germanos volvió a ejemplificar la soledad del presidente del banco central alemán en el seno del BCE y las discrepancias del defensor de los intereses germanos acerca la gestión de la crisis. «No forma parte de la política monetaria comprar tiempo para poder actuar fiscalmente», afirmó Weidmann, tras calificar el programa de «preocupante». Asmussen lo vio de otra manera y recordó que las decisiones adoptadas en el consejo del BCE fueron «necesarias, efectivas y cumplían el mandato».

Si el veredicto del tribunal fuera negativo no supondría la muerte del plan porque el BCE es independiente, pero enviaría una señal muy negativa a los mercados. Consciente de este riesgo, hasta Merkel y su ministro de Finanzas salieron en defensa de Draghi.