Ángel Ron Güimil: «A la banca se nos ha puesto como cabeza de turco de esta crisis»
ECONOMÍA
El directivo lamenta la «enorme presión» a un sector financiero «vital para la recuperación»
23 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Llega Ángel Ron a su Galicia natal y los empresarios que ve le preguntan por lo mismo. Y es lo que oye en otras partes de España: ¿Y el crédito? «Las entidades estamos haciendo todo lo posible, pero la incertidumbre económica hace que los proyectos solventes se analicen con más cuidado, y hay muchos condicionantes», explica, realista, el presidente del Banco Popular, convertido en la segunda entidad más relevante de Galicia tras su fusión con el Pastor.
-¿Qué grado de responsabilidad tienen las entidades nacionalizadas en el cierre del crédito, al estar controladas por el Estado, que es el que pide más dinero?
-Una de las reformas que se pedían a España desde la UE [tras el rescate bancario] era la reforma financiera. Se hizo sometiendo a las entidades a una situación de estrés, y los resultados obligaban a una recapitalización con fondos del Eurogrupo. Eso se ha hecho, y se han puesto unas condiciones a las entidades receptoras. Y sus gestores se tienen que ceñir a esas condiciones. No es que sean más o menos responsables.
-¿Pero no tendrían que ser esas entidades controladas por el Estado el acicate en la recuperación del crédito? ¿O tienen otras tareas más urgentes?
-Tienen una combinación de deberes. Han de cumplir un plan de reestructuración para devolver las ayudas, planes que suponen reducir activos, limitaciones comerciales... Una cosa es que tengan que reducir su tamaño, con reducción de crédito, especialmente a promotores inmobiliarios, pero otra cosa es financiar a pymes, que tienen que hacerlo para generar resultados y, a la vez, poder devolver el dinero que han recibido.
-¿Habrá otra nueva vuelta de tuerca en la banca, con una mayor reducción de entidades?
-España ha vivido una reestructuración que, por su rapidez e intensidad, no se ha visto en Europa. Se calcula que los seis primeros actores nacionales controlen el 68 o el 70 % del negocio. Se empieza parecer mucho a otros países europeos, donde los grandes controlan el 80 %. El margen de maniobra [para nuevas alianzas] es pequeño.
-Con esa reducción de actores, ¿no se está creando un oligopolio: unos cuantos grandes lo controlan todo?
-No, son entidades suficientes, como otros mercados europeos. Se garantiza la competencia y unos precios adecuados.
-¿Qué ha pasado para que se vea tan mal a los bancos?
-Es un proceso que tiene su origen en países en los que la crisis llegó antes. Recuerdo estar en reuniones internacionales en la que se nos decía: «Preparaos, porque los chivos expiatorios de la crisis somos los bancos». La crisis toca a los políticos, y luego se busca un culpable. En el caso de España no estamos hablando de una crisis de bancos, sino de cajas de ahorros, por desgracia, porque no tengo nada en contra de ese modelo. La reforma de las cajas ha llegado tarde, y nos ha afectado al resto. En el Popular no hemos recibido ayudas, y encima estamos haciendo una aportación millonaria a esa reestructuración, casi 1.800 millones entre pagar al Fondo de Garantía por las preferentes y las subastas; y por la Sareb. Son tiempos difíciles y a la banca se nos ha puesto de cabeza de turco, y la generalización no es justa.
-¿Nadie tiene que irse a la cárcel con lo que ha pasado?
-Estamos de nuevo con lo del chivo expiatorio. Solo digo que creo que se está poniendo una presión enorme sobre el sector financiero, que es vital para la recuperación de la economía.
-¿Qué le parece, ya que lo nombra, que la banca sana ponga dinero para que los clientes con preferentes de otras entidades recuperen parte de su dinero?
-Es una aportación que la hacemos por el bien del sistema, que nos dicen que hay que hacerla, pero que no tenemos ningún apetito por hacer.
-Ya de hacer esa aportación, se podría haber hecho gratis, sin imponer una segunda quita a los afectados...
-Eso no es cosa nuestra, es cosa de las autoridades, nosotros nos limitamos a aportar los recursos, que no es poco. No somos ningún beneficiario de esta situación, solo un puro contribuyente. Va contra los resultados del banco. No hemos impuesto nada y no vamos a recuperar nada, es un mero coste.