El expresidente de Caixa Catalunya dice que el Banco de España los obligó a colocar las preferentes desde las Caimán
ECONOMÍA
El expresidente de Caixa Catalunya sostuvo que la domiciliación de Caixa Catalunya Preferentia Inssuance Limited, la entidad emisora de participaciones preferentes, en las Islas Caimán le repugnaba, aunque la entidad no tenía más remedio para colocar estos títulos. «Sinceramente, me repugnaba, pero si querías colocar títulos, o pasabas por las Islas Caimán, con la bendición del Banco de España y el Ministerio de Hacienda, o no te comías ni un rosco», ha aseverado Serra Ramoneda.
Así lo explicó ayer en una comparecencia parlamentaria sobre las posibles responsabilidades derivadas de la actuación y gestión de las entidades financieras y la posible vulneración de los derechos de los consumidores.
En la misma comisión de investigación, el ex director general de la entidad Josep María Loza desveló esta práctica, y Serra Ramoneda incidió en que el consejo procuró restringir de forma muy estricta las funciones de estas sociedad. «El problema era que estos títulos se colocaban, sobre todo, en el extranjero, pero si se tenía que hacer la retención, la colocación era imposible», añadió, a la vez que insistió en que era el Banco de España el que obligaba a esta dinámica.
Dos emisiones
Loza mantuvo que Catalunya Caixa realizó dos emisiones de participaciones preferentes a través de esta socieadad -una en 1999 de 300 millones de euros y otra en 2001 de 180- y Serra Ramoneda lo ha corroborado.
Por su parte, el ex director general asegurado que se plantea como «una posibilidad» devolver parte de la millonaria indemnización que recibió tras dimitir de la antigua caja de ahorros, después de más de nueve años en el cargo. Afirmado que tras su marcha de la entidad, con 58 años, recibió la compensación que se preveía en su contrato de alta dirección, a la vez que pidió que le anticiparan los fondos correspondientes a la parte de la póliza de directivos.
Durante la comparecencia, tanto Serra Ramoneda como Loza defendieron su gestión y eludieron tener algún tipo de responsabilidad en la crisis que ha llevado a la quiebra y nacionalización de la caja de ahorros.