El Bundesbank critica la prórroga para embridar el déficit

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Grecia admite la posibilidad de otro rescate, y la tensión política eleva la prima de riesgo italiana

27 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Que el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, es un hueso duro de roer no es un secreto para nadie. Y que, si por él fuera, los díscolos del sur deberían purgar todos y cada uno de sus pecados sin disfrutar de piedad alguna, tampoco.

Pero, por si quedaba alguna duda, el principal halcón (defensor a ultranza de la ortodoxia monetaria) del BCE, las despejó todas ayer. Primero, y una vez más, cargó contra las famosas compras de bonos de la autoridad monetaria. Esas que son solo mentarlas han conseguido mantener a los especuladores fuera de juego durante el último año. Y después, arremetió contra las prórrogas concedidas a algunos países -citó expresamente a España, Francia y Eslovenia- para que metan en cintura su déficit. «No creo que sea apropiado empezar estirando al máximo la flexibilidad de las nuevas reglas», señaló el jefe del antiguo emisor del marco, quien denunció los riesgos que a su entender asume la zona euro mostrándose demasiado benevolente con países que han incumplido las reglas.

A su juicio, relajos de este calibre solo pueden avalarse en «circunstancias excepcionales» porque frenan los procesos de saneamiento de las finanzas nacionales, condición básica para que los países disfruten de un crecimiento sostenible. Weidmann concentró sus críticas en la Comisión Europea por su papel como guardián de los objetivos de déficit. Su primera andanada contra Bruselas apuntó a la aprobación «simultánea» de distintas prórrogas para un ramillete de países. «Estas decisiones menoscaban la disciplina que generan las reglas fiscales», remarcó en referencia a la posibilidad de que todos los socios aguarden cierta benevolencia con los ajustes.

Una venia de dos años

Tras un largo pulso en la eurozona, Bruselas concedió a España en mayo una venia de dos años para reducir el déficit por debajo del sagrado 3 %. Consideró entonces que el Gobierno de Rajoy había cumplido los ajustes exigidos en el 2012 y que la situación económica había empeorado. No fue la única beneficiada. Francia, Eslovenia, Holanda, Bélgica, Portugal y Polonia también tienen ahora más tiempo para poner en orden sus cuentas. El Bundesbank no se cansa de advertir de los peligros de relajarse con la austeridad. Y fue de los primeros en alertar de que Grecia podría necesitar pronto otro rescate, el tercero. Ayer mismo, y después de haberlo negado hace una semana, el Ejecutivo heleno admitía que el país podría recibir una ayuda adicional de 10.000 millones de euros, que, según sus cálculos, no implicaría más ajustes.

La posibilidad inquieta a los mercados, que ayer, además tuvieron que hacer frente a los vientos de inestabilidad política que soplan -otra vez- en Italia. Y respondieron elevando la prima de riesgo del país hasta los 248 puntos básicos, solo ocho por debajo de la española.