El plan PIVE no neutraliza el efecto adelanto por la subida del IVA de hace un año, y las matriculaciones bajan un 9 % en agosto en Galicia
02 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Los datos de las matriculaciones de agosto (hasta el día 26) reflejan una caída del 9 % en la venta de automóviles en Galicia respecto al mismo mes del 2012. A Coruña registra el mayor decenso, de un 12 %. En el resto de las provincias también se han producido recortes: Pontevedra (-8,4 %), Lugo (-6,4 %) y Ourense (-1,4 %). Sin embargo, los buenos datos del 2012 tuvieron una causa: la subida del IVA del 18 al 21 % que se hizo efectiva en el mes de septiembre. Esta razón fue la que originó, según el consejero delegado de Pérez Rumbao, Joaquín Pérez Bellido, «un efecto adelanto de las compras del cuarto trimestre del año al mes de agosto». Por tanto, la caída durante el último mes no se puede achacar a un mal funcionamiento del PIVE 3, en marcha desde el 29 de julio. Más bien, el programa podría haber amortiguado una caída mayor.
La primera impresión es que está funcionando igual de bien que las dos primeras ediciones -señala Pérez Bellido- aunque es pronto para ver sus efectos». Los datos recogidos hasta el momento en Galicia son esperanzadores, puesto que desde la entrada en vigor del PIVE 3 las ventas a particulares han aumentado un 12 % en la comunidad, frente al incremento del 6 % que se ha registrado en el conjunto de España.
Repunte en julio
Durante el mes de julio, coincidiendo con los últimos coletazos del PIVE 2, las ventas experimentaron un repunte y se alcanzaron las 3.000 matriculaciones, un 19,41 % más que en el mismo período del 2012. Según Joaquín Pérez, el negocio aumentó ante la previsión de que los fondos del anterior plan (dotado con 150 millones de euros) se agotaran, cuando aún se desconocía que el programa de ayudas sería prorrogado.
El PIVE 3 tiene un presupuesto de 70 millones de euros, que favorece especialmente a los particulares. El Ministerio de Industria prevé un impacto de 52 millones de euros en la economía. De ellos, unos 25 millones con efecto directo en la producción, financiación, seguros y transporte derivados de la compra de coches.