La policía le atribuye un patrimonio inmobiliario de 88 millones
20 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El expresidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, imputado por la quiebra fraudulenta de Viajes Marsans, oculta a nombre de sociedades interpuestas un patrimonio inmobiliario valorado en 87,94 millones de euros, según un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) presentado al juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco. En dicho documento, los agentes enumeran más de una veintena de propiedades cuyo verdadero beneficiario sería el exdueño del citado grupo turístico, entre ellas varias fincas y pisos.
Uno de los bienes más singulares que seguiría controlando en la sombra Díaz Ferrán es un castillo situado en la finca toledana El Alamín, declarado bien de interés histórico-artístico. Dicha propiedad ocupa un total de 1.800 hectáreas y, según los técnicos, podría tener un precio de 40 millones de euros.
Otros bienes que formarían parte del patrimonio del empresario, según las pesquisas de la policía, son sendos apartamentos en Nueva York, Marbella, Mallorca y Menorca, además de un piso en el cotizado barrio madrileño de Salamanca -amén de su chalé en la zona noreste de la capital-, varias plazas de garaje y locales comerciales. También dispondría de distintos solares e, incluso, de varias gasolineras.
La mayoría de estas propiedades han sido traspasadas de forma ficticia a varias sociedades que controla el propio Díaz Ferrán, como Inversiones Grudisan y Holdisan Inversiones -que a su vez están vinculadas con las firmas instrumentales Pulpi y Morilla, usadas para el mismo fin-, e incluso ha llegado a utilizar a sus propios hijos para tratar de ocultar su origen real. Al exdueño de Marsans, que se ha declarado insolvente y está en prisión desde diciembre del 2012 -su fianza fue rebajada en febrero de 30 a 10 millones de euros, pero alega que aun resultado «demasiado elevada» para poder sufragarla-, la Justicia le reclama 425 millones por su quiebra.
Los millones de De Cabo
De otro lado, Ángel de Cabo, liquidador de compañías como Viajes Marsans y Nueva Rumasa -también en prisión desde finales del año pasado y sobre el que pesa una fianza de tres millones de euros-, declaró ante una oficina del BBVA en Zúrich (Suiza) que entre su patrimonio disponía de 20 millones de euros en efectivo, además de una casa en Valencia valorada en otro medio millón.
Lo hizo el 29 de abril del año 2011, antes de abrir sendas cuentas en dicha entidad -una a su nombre y otro al de su esposa-, y en aquel momento señaló también que sus ingresos anuales eran, al menos, de 700.000 euros.