Freiremar prepara el despido del 94 % de la plantilla de la planta de elaborados de Vigo

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Antigua sede central del grupo en Vigo antes de trasladarse a Bouzas.
Antigua sede central del grupo en Vigo antes de trasladarse a Bouzas. xoán carlos gil< / span>

El plan de ajuste que la pesquera presentó a los sindicatos contempla el cierre de dos de las siete filiales del grupo

14 nov 2013 . Actualizado a las 21:12 h.

Freiremar, la cuarta pesquera de España, quedará reducida a la mínima expresión a tenor de la propuesta de reestructuración que ayer presentó a los sindicatos. Pretende despedir al 81 % de la plantilla, que pasaría de 405 a 67 trabajadores. En el caso de la planta de elaborados de Vigo, la más importante del grupo, el porcentaje alcanzaría el 94 %, ya que plantean mantener apenas 5 trabajadores de los 89 que ahora tienen en nómina.

En Vigo hay dos centros más del grupo, en concreto de la matriz Freiremar, S.?A. y de la filial Freiremar Comercial, con 16 y 2 trabajadores, respectivamente. En este caso no se conoce el número exacto de la criba, ya que los datos que aportó la compañía hacen referencia a las distintas sociedades en su conjunto y no a los centros de trabajo. Las primeras son 7 y los segundos, 22, repartidos por toda España.

De los citados datos se desprende que la intención de la pesquera es borrar del mapa dos de las sociedades -Freirenorth y Bonfred, S. A.-, en las que plantean el despido de la totalidad de la plantilla. La primera con centro en Bilbao y 26 trabajadores, y la segunda en Barcelona, con 9 empleados.

Las filiales

Los despidos en la matriz del grupo, Freiremar, S. A., con sede en Las Palmas y delegaciones en varias ciudades, afectarán a 185 de los 229 trabajadores con los que cuenta. Las dos filiales que completan el mapa societario de la compañía, -Elaborados Freiremar, S.?A. Gran Canaria y Centro Pesca, S. A.- ambas en Las Palmas, quedarían, respectivamente, con 10 y 2 trabajadores de los 40 y 8 que tienen en la actualidad. «La propuesta se define por sí sola. Es una barbaridad», asegura José Aranda, responsable de alimentación de CC. OO. y uno de los asistentes a la reunión celebrada ayer en Madrid, que califica de sui géneris.

Explica que, para empezar, la empresa se negó a entregar alguna documentación -«tampoco explicaron cómo habían elegido los centros de trabajo a sus representantes»-, y pese a ser 13 los asistentes por la parte sindical -4 de CC. OO., 3 de la CIG, 2 de UGT y los cuatro restantes de centrales de empresa, solo pudieron disponer de dos copias de la propuesta empresarial. Los representantes de Comisiones Obreras se negaron a firmar el acta.

Un mes de negociación

Las partes tienen un mes para tratar de acercar posturas y llegar a un acuerdo que, con los datos puestos ayer sobre la mesa, se antoja difícil. «Entendemos que la situación no puede pasar por la destrucción de más del 80 % de los puestos de trabajo. En la práctica supondría la desaparición de la empresa», afirmó Aranda. Empresa y sindicatos volverán a reunirse, también en Madrid, el próximo día 22.

La negativa de las entidades bancarias a facilitar más crédito para poder mantener la actividad agudizó los problemas financieros de la empresa, que acumula una deuda de más de 140 millones de euros. Trabajadores de la planta viguesa aseguran que dichos problemas empezaron a agudizarse hace meses y a hacerse visibles tanto en la escasez de materia prima como en los retrasos en el pago de salarios.