La medida afectará exclusivamente a quienes alcanzaron los 45 años de cotización
29 ene 2014 . Actualizado a las 15:28 h.El Gobierno alemán ha aprobado hoy la reforma de las pensiones acordada por la gran coalición que lidera Angela Merkel y que permitirá acceder a la jubilación anticipadamente a los 63 años para quienes hayan cotizado durante 45 años.
La reforma, elaborada por la ministra de Trabajo, la socialdemócrata Andrea Nahles, prevé asimismo mejoras para las madres y para las pensiones más bajas.
Para la aplicación del paquete se prevé un coste adicional de hasta 11.000 millones de euros anuales hasta 2030, que se financiarán con las propias reservas del seguro obligatorio de jubilación.
Se espera que el paquete supere el trámite parlamentario en las próximas semanas, para que entre en vigor el próximo 1 de julio.
En rueda de prensa, Nahles defendió su reforma como «justa», ya que se orienta a beneficiar a todos aquellos que «desde hace décadas» trabajaron y cotizaron y a los que llegó el momento del retiro.
«No es un regalo, se lo merecen», sostuvo la ministra, para quien la nueva regulación no precipitará un «alud de jubilaciones anticipadas», puesto que afecta exclusivamente a quienes que alcanzaron los 45 años de cotización y completaron así el periodo previsto para acceder al retiro.
Los planes de la ministra han sido criticados por el excanciller Gerhard Schröder, durante cuyo gobierno socialdemócrata-verde se articuló la subida de la edad de jubilación, de forma gradual, hasta los 67 años, como parte de sus reformas conocidas como Agenda 2010.
Schröder advirtió hoy desde el popular diario «Bild» que permitir la jubilación anticipada a los 63 años es «una señal errónea» hacia los socios de la UE, a los que Berlín insta «con razón» a aplicar reformas estructurales, incluida la jubilación a los 67. El excanciller apuntó que la nueva reforma implica «un retroceso» respecto a la Agenda 2010 aprobada en su segunda y última legislatura «con grandes y dolorosos esfuerzos». El programa de reformas instaurado entonces, que comportó además recortes en los subsidios de desempleo y prestaciones sanitarias, se considera el puntal de la actual solidez económica alemana, aunque entonces hundieron al Partido Socialdemócrata en una sangría de electorado.
La jubilación a los 67 años es una medida «justa» y «sensata», prosigue Schröder, de la no debe apartarse ahora la gran coalición de Merkel.
El excanciller considera inviable la fórmula de financiación defendida por su correligionaria Nahles, quien hasta su entrada en el Gobierno de Merkel era secretaria general del Partido Socialdemócrata (SPD).
La ministra rechazó hoy mismo estas críticas en la comparecencia organizada para explicar la reforma, y aludió a las «conocidas diferencias» existentes entre ella y Schröder, con quien tuvo una complicada relación cuando él era canciller.
Además de la posibilidad de jubilarse a los 63 años, la reforma de Nahles contempla mejoras para las madres con hijos nacidos antes de 1992 -la medida más costosa del paquete- y subidas en las pensiones más bajas o de invalidez.
El retiro anticipado a los 63 años ahora aprobado sólo se contempla para los nacidos antes de 1952 y no entra en contradicción con el plan de aumentar gradualmente la edad legal de jubilación a los 67 años, sino que discurre en paralelo.
Hasta 2019 los gastos adicionales se pagarán con las reservas del seguro de pensiones y a partir de 2020 se destinara a ese fin dinero adicional proveniente de la recaudación fiscal.