Un juzgado coruñés escuchará hoy al presidente del Pastor, y en unos días, a Jorge Gost
25 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El presidente del Banco Pastor, José María Arias, acudirá a declarar hoy al Juzgado de Instrucción número 3 de A Coruña, donde también tendrá que comparecer en calidad de imputado Jorge Gost, exvicepresidente de la entidad. Ambos responden a una querella presentada por Manuel García Sánchez, un pequeño accionista de Gerona, quien entiende que, de manera reiterada, los miembros del consejo de administración falsearon las cuentas de la entidad, ahora integrada en el Popular, entre los años 2008 y 2011 mediante una trama financiera articulada con sociedades de las que el propio Banco Pastor era propietario.
El objetivo, según el querellante, era dar apariencia de solvencia cuando el banco estaba en quiebra legal, lo que perjudicó directamente a los accionistas que acudieron, engañados, a las ampliaciones de capital o a la emisión de participaciones preferentes.
Los directivos son acusados de administración fraudulenta, delito societario y relativo al mercado, falsedad en documento mercantil y estafa.
El denunciante, poseedor de 365 acciones, asegura que, en el 2013, el valor de su inversión era seis veces menor que cuando la realizó, según detallan los responsables del gabinete económico jurídico Frade-Gobeo, encargado del caso.
Sustentado por dos informes económicos, el querellante argumenta que el Banco Pastor constituyó una serie de sociedades inmobiliarias a las que concedió un crédito de 1.325 millones de euros. Pero estas sociedades generaban unas pérdidas de 200 millones al año, lo que las situaba en situación de liquidación. Según se explica en la denuncia, la entidad ocultaba ese contexto y optaba por captar dinero de preferentistas y de nuevos accionistas para dotar de más tesorería a estas sociedades en forma de créditos participativos y ampliaciones de capital. Con este dinero, las firmas inmobiliarias abonaban al banco los intereses. «La trama -se indica en la querella- parecería un juego de trileros. Se capta dinero en cuentas de depósito o de accionistas. Se saca disimuladamente del banco y se ingresa en sociedades aparentemente en funcionamiento, engañando de forma idónea a los primeros, gente minorista y sin información suficiente. Y, posteriormente, como si del tercer cono se tratara, aparece este dinero en la cuenta de beneficios gracias al cobro de unos intereses que permiten mostrar unos beneficios positivos que son una alucinación».
Se apunta también en la denuncia que en el 2010, el Banco Pastor publicó un patrimonio neto de 1.324,8 millones, cuando, según el informe pericial, tendría un saldo negativo de 314,3 millones de euros.
Sin embargo, la auditoría que la entidad encargó a Deloitte y a Price no contemplaba los números que presentó el querellante.
En el escrito enviado al juzgado, este pequeño accionista adjuntaba una lista con los nombres de todos los miembros del consejo del Pastor por aquel entonces para que fueran llamados a declarar como imputados. La jueza, por el momento, solo ha citado a Arias y a Gost.