El número de beneficiarios en Galicia toca su máximo histórico
28 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La reforma unilateral del sistema de pensiones adoptada por el Gobierno del PP, en la que se desvincula su revalorización del IPC para generar ahorro a corto plazo y controlar el déficit, ha desencadenado que el gasto público destinado a sufragar esta partida registre el incremento más bajo desde hace 33 años. Según los datos hechos públicos ayer por la Seguridad Social, el desembolso del Estado en las nóminas de las pensiones contributivas alcanzó en mayo la cifra de 7.982 millones, un 3,2 % más que en el mismo mes del año anterior. Habría que remontarse a los inicios de la democracia, concretamente a 1981, para hallar un aumento interanual tan bajo. Esta evolución es consecuencia de la decisión del Gobierno, tal y como se prevé en la reforma del sistema, de aplicar una revalorización del 0,25 % en el 2014, en consonancia con el criterio defendido por la UE, partidaria de recortar cuanto antes el gasto público en este apartado para corregir el déficit.
Mientras los datos evidencian una moderación del crecimiento en la cuantía de los fondos públicos que el Estado emplea en las pensiones, el montante global alcanza, sin embargo, un récord histórico de gasto como consecuencia del envejecimiento poblacional y del creciente número de personas que salen del sistema por razones de edad. Las cuentas de la Seguridad Social arrojan un saldo positivo de 4.267,33 millones de euros a 30 de abril de 2014, frente a los 7.275,11 millones de euros obtenidos en el mismo período del ejercicio anterior, según los datos de ejecución difundidos ayer por el departamento que lidera Fátima Báñez. El desequilibrio cada vez mayor de las cuentas públicas no solo está condicionado porque crece el número de jubilados en relación a las personas ocupadas que cotizan. Hay otro factor: quienes aportan ahora al sistema lo hacen de una forma mucho más modesta que quienes lo abandonan por edad. Es la consecuencia de la creciente precariedad y de los contratos a tiempo parcial, con bases de cotización mucho más modestas.
Esto es lo que explica, por ejemplo, por qué ganando cada vez más afiliados en la tímida recuperación económica, la Seguridad Social recauda en cambio cada vez menos. En Galicia, la relación entre cotizantes y jubilados sigue en caída libre, al peor nivel de la última década. Los datos difundidos por la Seguridad Social muestran que en mayo había en Galicia 744.200 perceptores de prestaciones contributivas, una cifra récord. De ellos, 460.371 son jubilados, es decir, el 61 %. Esto contrasta, por ejemplo, con uno de los últimos datos hechos públicos por la EPA, relativos al primer trimestre del 2014, en los que se revela que, por vez primera, Galicia ha bajado del millón de personas ocupadas.
Eslabón más débil
La comunidad gallega es, junto con Extremadura, la autonomía con la pensión media más baja del Estado: apenas 733,13 euros, frente a los 870,07 de la media española. El nuevo sistema de actualización de las cuantías que se desliga de la evolución de los precios coloca en el blanco de la diana a uno de los eslabones más débiles de la sociedad. En Galicia, los pensionistas ya suponen la cuarta parte de la población. Un 20 % del total que viven en la comunidad gallega, más de 140.000, tienen unos ingresos mensuales que oscilan entre los 150 y los 350 euros. Un colectivo que apenas ha visto incrementar sus rentas en plena crisis económica.