Sacar dinero por el mundo sin tarjeta, con tecnología gallega

Rubén Santamarta Vicente
Rubén Santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El servicio Hal-Cash, desarrollado desde el polígono coruñés de Pocomaco, cumple 10 años y aterriza en Estados Unidos

10 jun 2014 . Actualizado a las 11:49 h.

Es fácil que uno salga de casa sin monedero o sin cartera. Pero difícilmente, en este tecnificado siglo XXI, lo hará sin el teléfono móvil. Y con esto último ya es posible sacar dinero de cajeros automáticos, con Hal-Cash, un servicio que nació hace justo 10 años y cuyo soporte tecnológico está en Galicia, en el polígono empresarial de Pocomaco, en A Coruña. Desde ahí se sirve dinero a medio mundo.

Lo de Hal-Cash es un servicio aparentemente sencillo, pero que los clientes de banca se han resistido a utilizar. Funciona a través de teléfono o Internet, mediante los cuales un cliente remite una cantidad determinada de dinero a otra persona. Esta recibe en su móvil un aviso con un código, y junto a otro que le dará el remitente, puede acudir a un cajero de la red Hal-Cash y retirar la cantidad. Sin necesidad de meter tarjeta alguna. Solo con introducir en la pantalla unos dígitos, y sin necesidad de que sea cliente del banco en cuestión. El receptor tiene hasta 10 días para poder retirar ese efectivo.

¿Y qué cajeros son esos? Todos los de NCG (o Novagalicia), Bankinter (los dos bancos que pusieron este sistema en servicio hace un década), Banco Popular, Caja Laboral, Cajamar, Evo, ING o Bankia; este ha sido la última integración. «Es uno de los grandes ejemplos de cooperación financiera en España», resume Vicente Estévez, director de operaciones de Hal-Cash.

A través de los cajeros de todas estas entidades, el servicio llega a medio mundo; y a todas ellas se les da soporte informático desde Pocomaco, desde un área independiente empotrada en las instalaciones informáticas propias de NCG Banco.

Estévez calcula que el año pasado se realizaron unos 500.000 movimientos, es decir, casi uno por minuto. Y sigue aumentando. «Esperamos un crecimiento de entre un 25 y un 30 % anual», señala. Ayudará la introducción en nuevos territorios. Desde hace unas semanas tiene la patente para operar en Estados Unidos. Es uno de los últimos mercados en los que se ha entrado. Pero ya funciona con operadores locales en Polonia, la India, México, Marruecos o Ecuador. Según los planes de la dirección de Hal-Cash, la intención es llegar a todo el norte de América, Oriente Medio y Europa del Este. Para esto último se cuenta con socios en Polonia que ya están trabajando en esa expansión.

Remesas y jóvenes

«Es un servicio tanto para particulares como para empresas -recuerda Estévez-, para poder realizar desde pagos puntuales hasta envíos de dinero a familiares en el extranjero, para una petición de urgencia...». Hay usuarios que lo utilizan, por ejemplo, cuando salen de noche para evitar llevar la tarjeta encima; o cuando se va a la playa y tampoco se quiere tener el dinero de plástico. El envío de remesas de emigrantes o de padres a hijos estudiando en el extranjero se han revelado en dos movimientos frecuentes a través de esta plataforma.

En Hal-Cash trabajan apenas 16 personas, aunque para el soporte informático en A Coruña hay bastante más gente. Ese complejo propiedad NCG -que está al mando de José Manuel Valiño, veterano responsable de nuevas tecnologías del banco- se ha convertido en un potente motor del banco. Da servicio no solo a esta plataforma sino también a otros entidades como Evo o el Etcheverría (que tendrá el mismo propietario, Banesco, en cuestión de semanas). Y a la vez se gestiona un banco suizo, el propio de NCG, a distancia; un caso extraordinario porque es el único que han permitido las autoridades helvéticas.