El fin de las primas reducirá un 40 % los ingresos de los parques eólicos
ECONOMÍA
Las instalaciones más antiguas experimentarán una mayor penalización
14 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La controvertida reforma energética impulsada por el ministro Soria, llevada incluso al Constitucional por comunidades gobernadas por el PP, hará que los parques eólicos, por término medio, ingresen un 40 % menos de lo que venía percibiendo como consecuencia del fin de las primas a las energías renovables. Esa es, al menos, la previsión inicial que manejan las empresas del sector, a la espera de conocer al detalle la orden de parámetros, pendiente de publicación. Aquellos parques construidos con anterioridad al 2005 tienen una penalización más alta. Cuánto más antiguos, mayor recorte, tal y como establece el borrador.
«Nosotros tenemos instalaciones que fueron puestas en marcha entre 1997 y el 2005 y la pérdida de facturación ronda el 50 % con el fin de las primas: si a eso le sumas un impuesto de producción del 7 % y el canon autonómico del 5 % pues no nos queda ni para pipas», revela el portavoz de una empresa eólica. La Xunta declinó ayer valorar la situación del sector.
El nuevo escenario que se dibuja tras la reforma del ministro Soria es que, aproximadamente, seis de cada diez parques gallegos tendrán que vivir exclusivamente de lo que les remunere directamente el mercado, conocido como pool, y dejarán de ingresar unos 300 millones.
Desde la Asociación Eólica de Galicia, la patronal del sector, confían en que la Justicia acabe declarando inconstitucional una reforma que aplica medidas con carácter retroactivo. Su secretario general, Íñigo Muniozguren, se muestra muy crítico con la nueva regulación aprobada en Madrid. «La reforma de Soria es ideológica: mientras el Gobierno penaliza a las energías renovables y, en especial, a la eólica, por otro lado, autoriza prospecciones petrolíferas y permisos para el fracking: está claro el modelo energético que pretende impulsar», critica.
El sector insiste en que el problema no estriba tanto en el futuro concurso gallego, donde es casi imposible que se impulsen nuevos parques por baja rentabilidad, sino en el presente, porque de lo que se trata ahora es de darle una viabilidad a las instalaciones que verán muy mermados sus ingresos.
Mientras la Asociación Empresarial Eólica, a nivel de todo el Estado, pone el acento en la inminente deslocalización productiva -y reclama al Gobierno un pacto para salvar el sector- las empresas que operan en Galicia colocan el foco en otras consecuencias negativas de la reforma: la caída de la actividad de la industria auxiliar, el descenso de recaudación fiscal de las maltrechas haciendas locales y, sobre todo, la necesidad de renegociar las condiciones con los bancos.
Los aerogeneradores se instalaron en Galicia con el propio proyecto como garantía ante la entidad financiera y con un sistema de amortización muy similar al de una hipoteca. La caída de ingresos obligará a revisar los contratos.
300 millones menos
Los parques eólicos dejarán de recibir en concepto de primas unos 300 millones de euros. E ingresarán por la energía que vendan directamente al mercado. En Galicia, se ven afectadas seis de cada diez instalaciones con aerogeneradores.