Nuevo jarro de agua fría para el Ejecutivo en su objetivo de consolidación fiscal. El déficit de las comunidades autónomas se disparó en los primeros cuatro meses del año un 59,5 % en comparación con el mismo período del 2013. Algo más que preocupante teniendo en cuenta que ya el año pasado las administraciones autonómicas incumplieron el límite pactado. Ahora, hasta abril, el desfase asciende a 4.471 millones de euros, lo que supone el 0,43 % del PIB -Galicia se sitúa en la media con un déficit del 0,44 %- cuando el objetivo para 2014 es del 1 %. Unos números rojos que serían mayores si se descontaran los anticipos concedidos por el Estado a cuenta del sistema de financiación por 1.388 millones en el 2014 y que elevarían el agujero hasta los 5.859 millones (0,56 %).
Hacienda aseguró que el fuerte incremento del desfase presupuestario de las comunidades se debe a la caída en un 1,6 % de los recursos no financieros. En concreto, los ingresos por impuestos descendieron un 0,9 %. El desplome llega sobre todo en el impuesto de patrimonio, eliminado en gran parte de las comunidades y que si el año pasado supuso ingresos de 160 millones solo sumó ocho en el primer cuatrimestre de este ejercicio. El único tributo que tuvo un comportamiento positivo fue el IVA, que se incrementó un 3,8 %.
A la caída de los ingresos se suma el aumento de los gastos en un 2,1 % hasta los 47.555 millones. La partida que más se incrementó fue la de intereses (13,3 %), que supusieron 2.724 millones. Esta subida es consecuencia de los intereses devengados por los préstamos del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), que ascienden a 596 millones, y los del fondo de pago a proveedores, con otros 159 millones.
Sin embargo, los malos resultados de las comunidades se compensan gracias a la Administración central, que logró reducir un 22,5 % su déficit en comparación con los cuatro primeros meses del año pasado. Así, el Estado presentó unos números rojos de 14.169 millones, un 18 % menos que en el 2013, mientras que los organismos dependientes registraron un superávit de 1.870 millones, 472 millones más que en un año antes. Gracias a este buen comportamiento y al superávit de la Seguridad Social, el déficit de las administraciones públicas excluyendo las corporaciones locales cerró abril en el 1,16 %.