Vuelco en la cúpula de Caixabank

A. Estrada / R. Santamarta MADRID / COLPISA, LA VOZ

ECONOMÍA

Fainé destituye a Juan María Nin y nombra a Gonzalo Gortázar nuevo número dos

01 jul 2014 . Actualizado a las 01:08 h.

El consejo de administración de Caixabank (la antigua La Caixa) aprobó ayer el nombramiento de Gonzalo Gortázar como nuevo consejero delegado de la entidad financiera, en sustitución de Juan María Nin, que también abandona sus funciones como vicepresidente, puesto que pasará a ocupar Antonio Masanell, un histórico de la casa. Gonzalo Gortázar era hasta este lunes director general de Caixabank, responsable del área financiera, y es consejero de SegurCaixa Adeslas.

La clave del cambio está en la reestructuración del grupo y en el nuevo plan estratégico que va a diseñar. Según diversas fuentes de la entidad, Isidre Fainé, presidente de Caixabank y de la Fundación Bancaria La Caixa, propietaria del banco, ha buscado un ejecutivo más moderno y global, con un perfil más financiero, para encarar los nuevos tiempos donde el reforzamiento del capital y la internacionalización van a ser claves. Por el contrario, Nin encarnaba la visión más tradicional de la banca, un perfil más comercial, centrado en marcar objetivos a las sucursales y muy de retail. «Es el inicio de una nueva etapa», señalan, y para ello era necesario «un cambio de dirección», con una visión más estratégica y más dinámica del negocio bancario.

Se trata, dicen, de una reorganización total de la estructura y del negocio. La ley de cajas de ahorros ha obligado a estas entidades a transformarse en fundaciones y a separar la actividad bancaria de las participadas. El nuevo equipo dirigido por Gortázar preparará el plan estratégico de Caixabank 2015-2018, en el que figurará el impulso a la internacionalización de firma catalana y una mayor presencia en servicios financieros a las empresas, según las fuentes consultadas.

Curtido en banca de inversión

Gonzalo Gortázar, de 48 años, llegó al grupo en el 2009 como consejero director general de Criteria, donde permaneció hasta el 2011 para pasar entonces a Caixabank. Antes trabajó en Morgan Stanley y en Bank of America, en banca corporativa y de inversión. Por su parte, el nuevo vicepresidente, Antonio Massanell, lleva más de cuatro décadas en la entidad -entró en 1970- y es una persona muy cercana a Fainé. Era director general de Caixabank, consejero de la Sareb y presidente no ejecutivo de Cecabank, la patronal de las antiguas cajas, donde Caixabank tiene un fuerte peso. Como vicepresidente tendrá responsabilidades ejecutivas en el área internacional del grupo y en el área inmobiliaria.

En la división comercial, Juan Antonio Alcaraz amplía sus funciones como director general de Negocio de Caixabank, con responsabilidad sobre banca comercial y mayorista y toda la red de oficinas.

El hasta ahora número dos de la entidad, Juan María Nin, seguirá vinculado al grupo, pero solo como consejero de Repsol, Gas Natural Fenosa y Erste Bank. Llegó a La Caixa tras una sorprendente salida del Banco Sabadell en el año 2007. Sus relaciones con Fainé en los último tiempo nunca fueron fluidas y discutieron en varias ocasiones por decisiones estratégicas. Su cese fue acordado de mutuo acuerdo, según una nota de la entidad.

Con todo, en el consejo de administración celebrado ayer, Fainé calificó de «enormemente positiva» la gestión llevada a cabo por Nin y destacó las salidas a bolsa de Criteria y de Caixabank, así como la adquisición e integración de diferentes entidades financieras.

La subasta por Abanca

Otras fuentes financieras sostienen que en la decisión de Fainé de prescindir de Nin tuvo bastante que ver el fiasco en la subasta por Novagalicia, ahora rebautizada como Abanca, el pasado diciembre. El ahora depuesto número dos de Caixabank dirigió personalmente la operación de compra y visitó la sede central en A Coruña para conocer de primera mano a los directivos del banco gallego, sus números, duplicidades... Para él, como para mucha gente en Caixabank, que el FROB decidiera adjudicar Abanca a Banesco fue una sorpresa. Y rompió, en buena medida, los planes de crecimiento inmediato de la entidad catalana.

Tras aquella derrota -presentó un precio de compra menor que Banesco-, la entidad catalana se ha puesto a otras operaciones. Está detrás de la adquisición de la red de oficinas de Barclays en España y participa en la subasta de Catalunya Banc. Es líder del mercado español, con 13,6 millones de clientes, 5.716 oficinas y unos activos de 331.376 millones. Según los datos, la cuota de penetración entre particulares alcanza el 27,4 % (de los que un 22,7 % tienen a Caixabank como primera entidad).

En Galicia es la cuarta entidad por red comercial, con 196 oficinas y alrededor de 750 empleados.