El holandes Jeroen Dijsselbloem insiste en que piensa cumplir su mandato que finaliza a mediados del 2015
26 ago 2014 . Actualizado a las 23:34 h.El camino del ministro Luis de Guindos para ser el próximo presidente del Eurogrupo parecía allanado tras el visto bueno de Alemania. Las declaraciones de la canciller Angela Merkel alabando a De Guindos y bendiciéndolo como próximo presidente de ese órgano durante su visita a Santiago de Compostela desataron la euforia en el Gobierno por significar el éxito de una batalla largamente planteada. Sin embargo, este martes ese optimismo se topó con en el actual presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem. El también ministro de Economía neerlandés se mostró muy enfadado por lo que considera un intento de España de acelerar su marcha -su mandato concluye en junio del 2015- algo que Dijsselbloem descarta por completo.
«El Gobierno español cree tener el derecho a pedir un cargo de peso en Bruselas cuando no lo tiene», aseguró el presidente del Eurogrupo en declaraciones a la agencia ANP. Es más, Dijsselbloem insistió en que fue nombrado para el cargo en enero del 2013 por los ministros de Economía de la zona euro para un mandato de dos años y medio que concluye en julio del 2015, por lo que consideró intrascendente plantear el tema de su sucesor con tanto tiempo de antelación. «Sé seguro que estaré todavía un año. No vamos a repartir puestos que no están vacantes», resaltó Dijsselbloem en un intento de calmar las expectativas de quienes veían un relevo próximo al frente del órgano.
En su enfado por lo que considera maniobras de España, el ministro holandés no tuvo problemas en sembrar dudas incluso sobre el «éxito» de la labor de Guindos al frente del Ministerio, algo que Merkel sí que destacó. «Se ha hecho mucho trabajo, pero no es seguro todavía que España haya salido de la crisis», aseveró Dijsselbloem. Es más, el titular holandés demostró estar muy al día de la política española al recordar que las posibilidades de Guindos para presidir el Eurogrupo están vinculadas al hipotético triunfo electoral del PP en las elecciones generales del 2015.
Por otra parte, Dijsselbloem no quiso pronunciarse sobre la posibilidad de ser nombrado comisario bajo las órdenes de Jean-Claude Juncker. «Ya tengo un puesto. Es más, tengo de hecho dos; como ministro de Finanzas y presidente del Eurogrupo», señaló. La posibilidad de ser comisario aceleraría el relevo al frente del Eurogrupo. Sin embargo, las relaciones entre Juncker y Dijsselbloem no son muy positivas, según fuentes comunitarias. Por tanto, si el ministro holandés no se convierte en comisario parece difícil que Guindos asuma la presidencia del Eurogrupo a corto plazo. La batalla, pues, prosigue. Quizás, el Consejo Europeo que se celebra este fin de semana aclare algunas dudas.