El alcalde de Burgos, Javier Lacalle, avanzó ayer que se ha llegado a un acuerdo económico por valor de 11 millones con los representantes del grupo Campofrío que corresponde a la licencia de obras de la nueva planta que el consistorio dejará de ingresar y a exenciones fiscales.
Lacalle realizó este anuncio tras mantener una reunión con los representantes de Campofrío. El alcalde burgalés explicó que de los 11 millones, casi seis corresponden a la licencia de obras y los otros cinco millones a exenciones fiscales del IBI, IAE, basuras y vados.
Exenciones para el personal
Lacalle también anunció bonificaciones en tasas municipales para los empleados de la planta siniestrada, que pasarán por reducciones de los precios del transporte público e instalaciones deportivas, así como otras que puedan concretarse en el futuro. Para ello, el Ayuntamiento de Burgos se reunirá cada diez días con representantes de Campofrío, con el objetivo de conocer la situación «en todo momento» y proceder, si así fuese necesario, a agilizar «al máximo» los procesos de licencias. El regidor también avanzó que pondrán en marcha una campaña comercial para incentivar la compra de los productos Campofrío, que se extenderá a lo largo del mes de diciembre.