Sargadelos mantendrá abiertas sus dos fábricas tras la fusión

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

<span lang= es-es >Cuncas</span>. A medio camino entre la tradición y la modernidad, con la firma del vasco Martín Azúa.
Cuncas. A medio camino entre la tradición y la modernidad, con la firma del vasco Martín Azúa.

La dirección de la compañía admite que será necesario un ajuste de personal, pero no precisa cómo afectará a Sada y a Cervo

11 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El grupo Sargadelos desveló ayer una de las claves para su futuro más inmediato: el proceso de fusión que ultima la compañía permitirá la continuidad de las fábricas de Sargadelos en Cervo (Lugo) y de O Castro en Sada (A Coruña), según lo declarado ayer en Santiago por Segismundo García, presidente y consejero delegado. «Serán necesarios algúns pequenos axustes de persoal para optimizar a produción pero non serían máis de dez ou quince persoas; de momento, non podemos precisar onde», desveló ayer. En la actualidad, cada una de las plantas cuenta con unos 90 trabajadores. El consejero delegado calificó el proceso de fusión como «imprescindible» para establecer «sinerxias» y «racionalizar» la actividad de una empresa que está ahora en concurso voluntario de acreedores con una deuda que suma casi 7 millones.

Segismundo García hizo estas manifestaciones en Santiago durante la presentación de las nuevas creaciones del grupo para el 2015, un relanzamiento con el que la empresa quiere mejorar sus ventas. Una colección que incluye piezas decorativas, como un apalpador; una vajilla infantil, en la que se puede inscribir el nombre del niño; y otros productos cerámicos que incorporan elementos de diseño más modernos. Con todo, la dirección quiso destacar que la oferta combina la innovación y el rediseño con elementos distintivos de las raíces que hicieron del grupo cerámica un referente.

Sobre la sentencia que anula el ERE aprobado en el 2010 para la fábrica de Sargadelos, inicialmente previsto para 26 trabajadores, el directivo se mostró ayer muy crítico por la tardanza de la Justicia en pronunciarse y por el hecho de que fue un proceso que contó con el beneplácito de la Xunta, a través de la dirección xeral de Traballo.

Segismundo García sostuvo que si la empresa tuviese que readmitir a 26 trabajadores estaría abocada al cierre, pero confirmó que la aplicación del fallo judicial solo conllevaría la readmisión de ocho empleados, que fueron los que salieron en aquel proceso de ajuste. García denunció ayer un escenario de inseguridad jurídica.