Juan Rosell y Antonio Garamendi concurrirán a las elecciones de la CEOE con dos programas que responden de forma diferente a cuestiones de gran importancia
14 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Los programas con los que concurren a las elecciones del próximo miércoles Juan Rosell y Antonio Garamendi, presidente de la gran patronal de los empresarios y aspirante a serlo, respectivamente, responden a las siguientes cuestiones:
1. ¿Hay que subir sueldos ya? ¿Cuánto?
2. ¿Cuáles son los retos para la empresa española?
3. ¿Qué sectores son los que deberían tirar?
4. ¿Qué hacemos con los parados de larga duración?
5. ¿Hay que volver sobre la reforma laboral?
6. ¿Hay que reducir la indemnización por despido?
7. ¿Hay que modificar la ley de huelga?
8. ¿Está la CEOE bajo sospecha tras el caso Díaz Ferrán y algunos fraudes en cursos de formación? ¿Qué propone para restañar el daño reputacional?
9. ¿Hay que potenciar la presencia de las mujeres?
Juan Rosell: «Menos contratos y más adaptados a la realidad»
En veinte páginas y bajo el título «CEOE 2015-2018: Futuro y propuestas concretas», el actual presidente de la patronal desgrana un programa electoral con el que quiere asegurarse la continuidad en los próximos cuatro años para cerrar el proyecto de una organización más transparente y más ética. Aunque el resultado tendrá que esperar hasta el próximo 17, lo cierto es que Rosell ha presentado once veces más avales a su candidatura que su contrincante: 304, frente a 25.
1. «Potenciar el salario variable con objetivos definidos». Es decir, ligar salario a productividad y a la marcha de la empresa. A lo largo de este mandato, el presidente ha pasado de defender la devaluación salarial a hablar de «deseables» subidas retributivas en empresas y sectores que ya hayan superado la crisis. Respecto a la negociación del pacto salarial que mantienen patronal y sindicatos para el 2015, defiende una subida del 0,6 %, en línea con el porcentaje que se aplica actualmente.
2. La internacionalización es, sin duda, el reto principal y el objetivo en el que centrar esfuerzos. Por ello propone «impulsar la presencia de nuestras empresas en el exterior», optimizando la coordinación y los recursos de organismos que, como la propia CEOE o el ICEX, ayudan a las firmas a dar el salto fuera.
3. El programa de Rosell plantea «una reindustrialización del país» como vía para superar la crisis, así como «abordar las dificultades que merman la competitividad empresarial». Para ello considera imprescindible una regulación «sencilla y simple», un marco laboral «flexible» y energía «a precios competitivos», pasando por la internacionalización, más facilidad en el acceso a la financiación e impulsar la I+D+i.
4. La palabra maldita, «paro», no aparece en el programa, donde sí defiende «seguir apostando por el diálogo social y la concertación», así como por cambios que dinamicen el mercado laboral. Entre ellos, «menos contratos y más adaptados a la realidad del día a día».
5. Sin duda. Porque asegura que «nuestra legislación laboral es densa, prolija, confusa» y que «hay muchas cuestiones que debieran modificarse para que sea un instrumento de competitividad y productividad». Entre los cambios plantea más flexibilidad salarial y de jornada, más movilidad funcional, horas extras o «aligerar el papeleo» en contratos y notificaciones.
6. El despido tampoco se recoge en el documento, aunque la postura de Rosell es conocida: «libre» si la empresa precisa reestructuración.
7. Aunque en el 2012, tras el último paro general, había reclamado regular el derecho de huelga, no hace referencia a ello en su programa.
8. «La CEOE no está para representar a quienes no responden y se saltan las leyes», asegura, recordando que, «no sin discusión interna», aprobaron un código ético y de buen gobierno.
9. Potenciar la promoción de las mujeres en el ámbito de la empresa no figura recogido en el documento.
Antonio Garamendi: «Promoción de la mujer directiva, pero sin cuotas»
«De nuevo. Independencia, ética y transparencia». Así ha bautizado Antonio Garamendi, presidente de Cepyme, su recetario para arrebatarle a Rosell el sillón de líder de la gran patronal. En sesenta páginas desgrana su fórmula para recuperar «la presencia y la influencia» que sostiene que ha perdido la CEOE, convertida en un «mero gestor» de las relaciones laborales. Garamendi quiere ir más allá y entre sus medidas estrella están despidos más baratos y sueldos «flexibles».
1. Comparte posición con Rosell, al defender «flexibilidad en la retribución salarial basada, en lo posible, en la productividad de cada compañía, e incluso de cada puesto de trabajo». Argumenta que ello permite liberar recursos para la inversión y crear más puestos de trabajo.
2. «Potenciar la Marca España e internacionalizar a las empresas», especialmente a las que más dificultades tienen: las pymes. Es otro punto común.
3. De nuevo, coincide con su oponente al defender la industria «como la base de la economía», por lo que «urge» un proyecto estratégico para ella. Se marca como prioridad evitar la deslocalización y señala al turismo, la hostelería y el ocio como «punta de lanza» y sustento de la economía del país. También reclama «protagonismo» para el sector de la construcción, «injustamente demonizado en los últimos años».
4. El programa de Garamendi habla específicamente «del problema del desempleo juvenil» que debe «atajarse de inmediato, tanto por la vía de la formación como por la del empleo». Califica de «urgente» una reforma de la formación profesional y propone buscar «vías», como la realización de prácticas en empresas o la formación dual, que permita a los jóvenes insertarse en el mundo del trabajo.
5. Admite que la reforma laboral «ha supuesto un avance», pero reclama más flexibilidad interna y externa, «imprescindible para ganar competitividad». Defiende una «negociación colectiva ágil» y un marco regulatorio «más adaptable» a las circunstancias que atraviesan las empresas y que no esté «permanentemente judicializado».
6. Garamendi es tajante: «Se tiene que abaratar el coste del despido individual». Reclama unos «razonables», algo que considera «imprescindible» para tener una economía competitiva.
7. Pide la regulación del derecho de huelga, una de las reformas «pendientes y urgentes», pero necesaria. Propone, entre otras cosas, que la huelga se vote en urna y que las acciones informativas sobre la convocatoria no se puedan realizar el mismo día, ya que entonces serían «piquetes coactivos».
8. «Seamos conscientes de nuestra mala imagen», reza el texto. Para recuperar «el prestigio» de la CEOE y «el respeto» de la sociedad, Garamendi plantea el cumplimiento de un código de conducta.
9. Sí. Apuesta por la promoción de la mujer empresaria y directiva, pero «sin imposiciones ni cuotas».