Si no logramos ponernos de acuerdo en las medidas anticrisis, difícilmente vamos a coincidir en el momento en que salimos de ella. Pero si somos analíticos podemos llegar a conclusiones. Vamos allá.
Somos uno de los países de la UE que más crece, a tasa anual del 1,6 %. Las previsiones para el cuarto trimestre apuntan al 0,6-0,7 %, lo que alimenta la posibilidad de que en el 2015 podamos avanzar a un ritmo cercano al 3%. Tenemos unos 250.000 afiliados más que hace un año, mientras que el paro ha bajado algo más debido al retorno de emigrantes y al aumento de los que han perdido la esperanza de encontrar trabajo. No es un mal dato, pero minúsculo cuando el desempleo es del 24 %.
Hemos pasado el punto de inflexión y estamos acelerando la pendiente del crecimiento, pero como partimos de tan abajo necesitaremos algún que otro lustro para recuperar todo lo perdido. ¿Y qué pasará los próximos años o meses? El cambio del euro nos favorece. A un japonés o a un americano, le sale un 10 % más barato comprarnos ahora una pata de jamón o un Citroën C4 que antes del verano. La caída del petróleo nos impulsa. Una bajada de 40 dólares en el precio nos supone un ahorro anual de 13.000 millones, que van a los balances de las empresas y al bolsillo de los consumidores, reforzando la inversión y el consumo. Por sí solo, este abaratamiento del petróleo nos puede aportar un punto porcentual extra de crecimiento. El plan Juncker algo ayudará. Aunque suena un poco a milagro de los panes y los peces. Y, además, el BCE está dispuesto a aumentar la liquidez en el sistema para combatir la deflación.
Visto lo visto, las cosas pintan algo mejor. Sobre todo, si no nos acordamos de Grecia, del embargo a Rusia, del déficit público y de alguna que otra nube, que haberlas haylas. Solamente hay que pedir a los que manejan el autobús que no nos saquen de la carretera, y en ese sentido, echar a Google News de España no es la mejor estrategia, aunque haya tiempo para negociar. Debemos intentar parecernos a nosotros mismos y a los que nos rodean, no a Corea del Norte.
Entonces, ¿se acabó la crisis o no?
Marcos Escudero es Economista.