Peugeot Citroën es el único fabricante de coches que destruye empleo en España

ECONOMÍA

Suprimió 900 puestos en Vigo y plantea 350 despidos en Madrid, mientras otros constructores ganaron 24.000 trabajadores. La plantilla de la factoría gallega es la más reducida de los últimos 40 años
13 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La industria española del automóvil está en el mejor momento de los últimos cinco años. Después de todo un lustro de recortes de producción y de puestos de trabajo, las fábricas de coches instaladas en España (todas ellas multinacionales de matriz extranjera) han vuelto a contratar para poder abastecer un mercado en alza, y dar salida a los nuevos modelos adjudicados.
La resurrección del sector y sobre todo del consumidor, aunque sea a golpe de plan PIVE (ayudas a la compra), hizo posible que la mayoría de las plantas de ensamblaje de vehículos (hay 15 instaladas) hayan creado 24.000 empleos en el 2014, según datos de la encuesta de población activa (EPA), que pone fecha exacta al momento del repunte, el último trimestre, con un registro de 13.000 nuevas contrataciones.
Ajustado polo ibérico
Prácticamente todas las fábricas han creado empleo o, en todo caso, lo han conservado. Todas menos Nissan Ávila, que planteó la supresión de 50 puestos de trabajo, y las factorías del grupo PSA Peugeot Citroën, unificadas en el polo industrial de la península Ibérica bajo la dirección de Vigo.
La planta gallega, que en el 2013 contaba con 6.900 trabajadores, cerró el 2014 con 6.000, la cifra de empleo más baja en los últimos 40 años, frente a los más de 10.000 que llegó a tener en nómina en el 2007, cuando la fábrica batió su récord de producción (530.000 vehículos).
«La situación actual es distinta, porque aunque la planta gallega monta hasta siete modelos diferentes (los Citroën C4 Picasso, Grand C4 Picasso, Berlingo y C-Elysée y los Peugeot Partner y 301) su demanda es más bien discreta a excepción de los vehículos comerciales Berlingo y Partner, que son líderes del mercado en su segmento», recuerdan fuentes del comité de empresa.
El nivel de ventas, muy por debajo de la capacidad de producción de la factoría viguesa, redujo el número de unidades montadas el año pasado a 379.000 (un 6,5 % más que el año anterior).
La previsión para el 2015 no varía sustancialmente de esa cifra. «A menos coches, menos personal y esta situación, que se mantendrá al menos un par de años más, no ha dejado más remedio que recortar la plantilla lo máximo posible sin llegar a tocar el empleo estable. ¿Cómo? Gracias a reducir la eventualidad a cero», explican desde el comité.
Dos años congelados
La reciente adjudicación de la nueva gama de furgonetas (proyecto K9) no tendrá impacto en el empleo hasta bien avanzado el 2017, cuando comenzará el ensamblaje de los vehículos que saldrán al mercado bajo las marcas Peugeot, Citroën y Opel. Y aún así, la multinacional descarta que se lleguen a alcanzar las mejores cifras de empleo registradas en el 2007. En todo caso, a Vigo le quedan aún por delante dos años de congelación de plantilla.
El impacto de la baja carga de trabajo de Vigo llega directamente a la fábrica de PSA en Portugal, creada para absorber excedentes de producción de la planta gallega. El ajuste de la actividad provocó el año pasado la supresión de 280 empleos en la factoría lusa, un recorte que dejó la plantilla en 820 efectivos.
En situación similar está la fábrica de PSA en Madrid, que este miércoles presentó un expediente de regulación de empleo de extinción para 350 trabajadores, lo que situará el número de empleados en torno a los 2.000. Aunque en este caso, los motivos argumentados por la multinacional se basan en la necesidad de abaratar los costes de producción del único modelo que ensambla esta fábrica, el Citroën Cactus, lanzado a finales del año pasado.
PSA presentará los primeros resultados de la era Tavares el próximo día 18. Desde su llegada a la presidencia hace un año, su gestión ha estado marcada por fuertes ajustes para hacer viable el grupo.