Valoran la bolsa para pymes más como escaparate que por la financiación
08 jun 2015 . Actualizado a las 16:38 h.El mercado alternativo bursátil (MAB) nació como un hermano menor de la bolsa, orientado a empresas de pequeña capitalización que buscaran financiación para expandirse. Con costes y trámites adaptados a las pymes, esta plataforma, creada en el 2006 -aunque no fue hasta el 2009 cuando la primera compañía, Zinkia, comenzó a cotizar- pone a su alcance las ventajas del mercado: desde conseguir financiación hasta visibilidad, pasando por la liquidez o la valoración.
Dirigido y gestionado por Bolsas y Mercados Españoles (BME) y supervisado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el MAB, sin embargo, no vive su mejor momento. Y eso, desde que hace casi un año estalló el escándalo del caso Gowex, al que luego le han seguido otros «sustos» menores, como el de Carbures.
Cuatro empresas gallegas de sectores tan diversos como la biotecnología, la alimentación, el software o la telefonía móvil, han recurrido a este mercado alternativo y, desde sus diferentes experiencias, coinciden en destacar las virtudes de esta plataforma para impulsar la proyección de sus firmas. Pero la cruz de la moneda es su escasa -al menos hasta el momento- capacidad para levantar financiación, auténtico talón de Aquiles del MAB.
Mejorar el nivel de eficiencia
El doctor Ramón Cacabelos, presidente de EuroEspes, lo resume asegurando que es «un medio propicio para empresas con potencial innovador que precisen proyectarse y fortalecer su estructura financiera. Sin embargo, su nivel de eficiencia, comparado con el de otros mercados similares, como los de Francia o el Reino Unido, es francamente mejorable».
Apunta, sin embargo, como atenuantes, a la corta historia de la plataforma, al impacto negativo de la crisis económica y al «efecto tóxico» de algunas empresas que salpicaron la reputación del MAB. Y añade que, precisamente por ello, las sociedades que lo integran deben «reforzar» su valor para que este mercado alternativo «mejore su credibilidad y genere confianza en los inversores».«En el fondo, el MAB es lo que representan las empresas que lo componen», concluye.
Algo en lo que coincide el presidente de Altia, Tino Fernández, quien, pese a admitir que esta plataforma ha «adorado» a diferentes tipos de compañías, los escándalos están dejando «más claro dónde había empresas y dónde solo trampas».
El valor de EuroEspes ha subido un 30 % en lo que va de año, mientras que el de Commcenter lo ha hecho un 12,26 %, y un 9,29 % el de Altia.
Actualmente 26 compañías forman parte del MAB, aunque tres de ellas -Gowex, Zinkia y Lumar- están suspendidas de cotización.
Lumar, ahora suspendida de cotización, es la cara agridulce del mercado
De las cuatro firmas gallegas que han recurrido al MAB, la experiencia de Lumar Natural Seafood sea quizá la más agridulce. Y es que la compañía, que se estrenó en esta plataforma en julio del 2011 y que tiene una capitalización -valor de mercado- de más de seis millones de euros está ahora suspendida de cotización por no haber presentado sus cuentas a tiempo, en el plazo que fija la normativa.
Desde la compañía explican que la decisión de salir al MAB surgió para financiar un plan de expansión que pasaba por los platos preparados congelados de pescado, con alto valor añadido, después de crecer un 70 % en el período 2006-2010. «El MAB representaba la posibilidad de captar recursos propios y mitigar el riesgo de crédito, al diversificar las fuentes de financiación», señalan.
Pero los resultados de la salida al MAB «no fueron los esperados, ya que no se logró la captación de capital prevista y las entidades financieras, en plena crisis, cerraron el grifo de los créditos», recuerdan desde Lumar, para añadir que en julio del 2012 la junta de accionistas facultó al consejo para abordar una ampliación de capital «para reforzar la estructura financiera de la empresa».
Acuerdo de dos años
En cualquier caso, y pese todas las dificultades, Lumar valora positivamente su experiencia en el MAB. Sobre todo, por la transparencia y la notoriedad que le ha proporcionado. Están convencidos en Lumar de que el cotizar en el mercado alternativo fue importante, si no decisivo, para que la sociedad luxemburguesa Kimi SARL, con la que han firmado un acuerdo de dos años que les proporciona la liquidez que precisan, se fijase en la firma gallega. La alianza, indican, «ha permitido que el proyecto de Lumar tenga viabilidad y que la compañía haya incrementado su presencia en los mercados internacionales».
Netamente positiva ha sido la experiencia de Commcenter, que preside José Luis Otero. Recurrieron al MAB para expandirse en el mercado nacional. «Los bancos no financiaban nada en aquel momento, así que nos lanzamos a explorar una alternativa diferente», explica el fundador de la compañía. Pero coincide con el resto de las empresas en que la visibilidad que la plataforma da es lo que mayor impacto tiene. «Además, cotizar te obliga a estar siempre en perfecto estado de revista».