El jefe del Gobierno quiere volver a la situación que había con el primer ministro conservador John Major en 1992
11 jul 2015 . Actualizado a las 13:24 h.El primer ministro británico, David Cameron, quiere negociar una exención para el Reino Unido de puntos clave de la legislación laboral europea, indica hoy The Times, que cita fuentes en Bruselas.
De acuerdo con el periódico, el jefe del Gobierno quiere volver a la situación que había con el primer ministro conservador John Major en 1992, en que el Reino Unido estaba exento de algunas directivas, lo que fue revocado por el laborista Tony Blair en 1997.
El periódico apunta que Cameron ya ha mantenido conversaciones en secreto para conseguir esa exención, con el objetivo de que el Reino Unido recupere eventualmente la total soberanía sobre las leyes laborales.
Un portavoz de Downing Street dijo no obstante que esto son solo «las conjeturas previstas en torno a la negociación» que Londres ha iniciado con Bruselas para reformar la Unión Europea (UE) antes de convocar un referéndum de pertenencia en el 2017.
La legislación laboral y social europea determina el número máximo de horas de trabajo que puede imponerse a los empleados, así como el mínimo de vacaciones y libranzas, entre otros aspectos de la relación laboral.
Según The Times, los conservadores británicos quieren librarse en particular de la imposición de un horario máximo semanal y de la igualdad de derechos para empleados temporales.
El rotativo remarca que, si Cameron consigue la exención de esas directivas clave, será difícil que los sindicatos y otros votantes proeuropeos, e incluso el Partido Laborista británico, apoyen el «sí» a la permanencia en el referéndum.
The Times explica que el primer ministro ha intentado mantener estas conversaciones en secreto hasta el congreso de su partido en octubre para no recibir presiones de los «tories» euroescépticos, que quieren una total repatriación de competencias.
En su negociación, añade el diario, Cameron también buscará eximir al Reino Unido de una mayor integración europea, dar más poder a los Parlamentos nacionales para vetar legislación comunitaria y garantizar protección a la City o centro financiero de Londres de la regulación financiera votada por la eurozona.