Miles de ganaderos, arropados por alcaldes de todos los partidos, salen a la calle para exigir medidas urgentes ante la fuerte caída del valor de la leche en origen
18 jul 2015 . Actualizado a las 09:02 h.Arropados por alcaldes de todos los partidos políticos y por miembros de la sociedad civil, miles de ganaderos desfilaron ayer por las calles de Santiago en la primera gran protesta tras el final de las cuotas lácteas, que cayeron en el olvido el pasado 1 de abril. La materia prima cotiza ahora en origen a una media de 0,27 euros el litro, el precio más bajo desde el verano del 2009. Y hasta un tercio de las explotaciones cobran por la leche menos de ese valor. Una caída que no solo está determinada por razones de mercado internacional. De hecho, las granjas gallegas cobran entre tres y cuatro céntimos menos que las comunidades del resto de España, incluidas las del norte.
El resultado es una grave crisis de precios, con explotaciones recibiendo por la materia prima por debajo incluso de 0,20 euros el litro, y que amenaza con arrastrar a las economías de las comarcas de mayor vocación ganadera, como es el caso de Ordes, Santa Comba, Arzúa, Lalín o A Terra Chá, entre otras.
La Plataforma en Defensa do Sector Lácteo -conformada por sindicatos, cooperativas y organizaciones de productores, y apoyada por alcaldes- convocó ayer una multitudinaria protesta -15.000 asistentes, según los organizadores- con el objetivo de sensibilizar a los Gobiernos autonómico y central para la toma inminente de decisiones, como la cuantificación del excedente lácteo para conocer su impacto real en la bajada de precios; la vigilancia de los contratos impuestos a los ganaderos a bajo precio; y sobre todo, terminar con la banalización de los productos lácteos en los lineales de venta de la distribución. Los productores consideran que un litro de leche no puede costar menos que uno de agua mineral o de refresco.
La convocatoria de ayer, planteada de forma abierta y sin siglas, vuelve a poner en evidencia que, más allá de la volatilidad de precios por la oferta y la demanda, el final de las cuotas lácteas ha pillado al sector gallego sin resolver algunos de sus graves problemas estructurales. Tal es el caso, por ejemplo, de la desorganización de los productores, de los desequilibrios de una cadena de valor donde cada agente actúa por su cuenta y de una industria enfocada a la producción que genera menos valor añadido, lo que le obliga a ajustar más los precios a los ganaderos.
Rosa Quintana minimiza la crisis del sector
La conselleira de Medio Rural e do Mar, Rosa Quintana, aprovechó ayer la multitudinaria protesta convocada en Santiago para reiterar algo sobre lo que viene insistiendo desde hace tiempo: que las manifestaciones no sirven para arreglar los problemas. Sin embargo, la responsable de la política agraria y ganadera, en una entrevista televisada, fue más allá y minimizó la crisis que denuncia el campo. «La situación actual del sector lácteo no es tan grave como algunos quieren hacer ver, aunque sí puede resultar preocupante en el caso de algunas explotaciones», dijo Quintana, quien negó incluso que haya granjas donde quede la leche sin recoger.
En línea con lo expresado ya en otras ocasiones, la responsable de la Xunta ha vuelto a hacer una llamada a la unión de todo el sector para hacer frente a una situación complicada a nivel mundial y para consolidar una actividad que en Galicia vive un proceso de transición tras el final de tres décadas bajo el sistema de cuotas lácteas. Una nueva coyuntura que, a juicio de la conselleira, permitirá a Galicia crecer.
La Xunta recuerda que las principales reivindicaciones del sector están incluidas en el decreto del paquete lácteo y que se lleva trabajando ya desde el año 2009 para preparar el final de las cuotas lácteas. De cara al futuro, Rosa Quintana explica que hay una serie de medidas previstas en el Plan de Desenvolvemento Rural que prevén una inversión en el sector lácteo gallego de 500 millones de euros.
La responsable de Medio Rural, que destaca los intentos de la Xunta de abrir mercado fuera, anuncia que esa inyección económica irá destinada a la ayuda a las explotaciones situadas en zonas con limitaciones, al fomento de la producción ecológica, a la modernización de las instalaciones, a los jóvenes que se ocupen en el campo y al desarrollo de nuevos productos.