Los países comprometen 42.500 millones para relanzar el plan Juncker

a. l. BRUSELAS / COLPISA

ECONOMÍA

FRANCOIS LENOIR

La Comisión, que comenzó su andadura con mucha energía vendiendo optimismo hasta que la tragedia helena echó por tierra su discurso

23 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En Bruselas existía una necesidad casi vital de no hablar de Grecia. Han sido muchas semanas de desgaste institucional (también personal) para una institución, la Comisión, que comenzó su andadura con mucha energía vendiendo optimismo hasta que la tragedia helena echó por tierra su discurso. Ese mensaje de recuperación vertebrado en el plan Juncker, la última oportunidad para salir de la secular crisis, ya que pretende movilizar 315.000 millones de inversión privada entre el 2015 y el 2017. Así que ayer, cuando el plan de inversión llegó al orden del día del colegio de comisarios, el Ejecutivo comunitario decidió vender los pasos legislativos dados como en las grandes ocasiones.

El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker; el vicepresidente de Crecimiento e Inversión, Jyrki Katainen; y el presidente del Banco Europeo de Inversiones, Werner Hoyer, comparecieron en Bruselas para escenificar el plácet dado por todas las instituciones comunitarias (Consejo y Parlamento) y felicitarse de que la maquinaria ya está engrasada para que el dinero fluya desde el otoño.

La Comisión aprobó una seria de medidas legislativas entre las que destacó una comunicación que detalla el papel que tendrán los llamados bancos nacionales en la puesta en marcha del Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas (EFSI, por sus siglas en inglés).

España, 1.500 millones

El EFSI tiene dos bloques bien definidos. El principal se asienta en el dinero público que la UE ha movilizado para poner en marcha el plan. En total, 16.000 millones que proceden del presupuesto comunitario y 5.000 que aporta el BEI. Además, se contará con el relevante papel que jugarán los bancos nacionales. Según el último balance, las aportaciones anunciadas por las capitales suman 42.580 millones. España fue uno de los países que antes se sumó al plan, con 1.500 millones.

Alemania, Francia e Italia han comprometido 8.000 millones. El Reino Unido, la última en sumarse, 8.500, pero también se han dado sorpresas mayúsculas como la protagonizada por Polonia, que ha reservado otros 8.000. Eslovaquia, 400 millones; Bulgaria, 100; y Luxemburgo, 80.