«Se necesita un régimen sancionador para castigar a los morosos»

G. L. LUXEMBURGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Víctor Audera, director general de Industria y de la Pyme, cree que es necesario fomentar el espíritu emprendedor en España

21 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Por su cargo al frente de la política nacional para la pequeña y mediana empresa, Audera es el representante pyme en España, intermediario entre el sector y la Comisión Europea. En Luxemburgo, remarca la necesidad de fomentar el espíritu emprendedor en España.

-En su informe, la Comisión cifra en cien mil los empleos que crearán las pymes españolas entre este año y el que viene. ¿Le parece atinada la cifra?

-Tenemos esperanza de que sean bastantes más. Cien mil empleos es una cifra muy modesta. Estoy todo el día en contacto con empresas y se ve mucho dinamismo, hemos pasado un punto de inflexión,

-De hecho, el Gobierno habla de 600.000 puestos de trabajo en estos dos años y el grueso del tejido empresarial español son pymes...

-Sí, al menos un 50 % de ellos deberían ser en pymes. Creo que se han quedado muy cortos.

-Pese a la recuperación del 2014, todavía faltan por rescatar más de dos millones de empleos en las pequeñas y medianas empresas. ¿Cuándo recuperarán el nivel previo a la crisis?

-Yo confío en que a finales del 2016 o principios del 2017 ya estemos en cifras cercanas a las del inicio de la crisis, pero ha sido muy duro. Y espero que hayamos aprendido la lección de no apostar tanto por el ladrillo y hacerlo más por la industria. Todos los países con una base industrial más sólida han sufrido menos durante la crisis, y los empleos son más estables y están mejor pagados. Y es el sector donde se genera la innovación.

-¿Qué reformas quedan pendientes para potenciar las pymes en España?

-Desde el punto de vista legal lo que falta es avanzar en el tema de la morosidad. Nosotros intentamos que hubiera un régimen sancionador, porque sin él la ley no acaba de funcionar. Se habla mucho de financiación, pero en muchos casos va ligada a la morosidad. Sobre todo de los grandes, que es sangrante, porque al final las más morosas son las empresas del Ibex. Aunque saques una ley de morosidad, hasta que se produzca un cambio cultural, que a la gente le dé vergüenza retrasar los pagos por el daño que causan a sus proveedores, hasta entonces es necesario un régimen sancionador para que eso funcione. Y al final no salió, pero sería importante. Y después hay que eliminar las barreras para que las pymes crezcan.

-Hubo estos dos días en Luxemburgo una representación de las pymes españolas más punteras, ¿qué pueden aprender de ellas el resto de empresas que están intentando capear el temporal?

-Las ganas, la energía contagiosa. Hay que aprender a ser ambicioso, tener arrojo. En España falta espíritu emprendedor, nos faltan un par de empujones. Hay gente haciendo cosas muy buenas, con o sin nuevas tecnologías, que se han sacralizado en exceso. Ayuda para muchas cosas, pero hay muchos negocios en los que no tienen nada que ver. Es cuestión de ver un nicho de mercado y cubrirlo. Y, desde la Administración, ponérselo fácil.

-¿A qué atribuye esa falta de espíritu emprendedor?

-Es un tema cultural. Una de las cosas que queríamos hacer y no hemos podido, porque no depende solo de nosotros, es meter el espíritu emprendedor en los colegios. Que cuando los chavales tengan 11 o 12 años tengan una asignatura de emprendimiento. En otros países lo hacen y se ha demostrado que funciona.