Slim se allana el camino para lanzar una OPA en FCC

j. a. b. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Cabalar | EFE

Ya controla el consejo de administración y acudirá a la ampliación de capital de la constructora

07 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En apenas año y medio, el multimillonario mexicano Carlos Slim se ha hecho con el control casi absoluto de FCC, la cuarta constructora española por cotización bursátil (1.743 millones de euros). El último paso ha sido negociar con Esther Koplowitz, hija del fundador del grupo, cambios sensibles en el pacto parasocial que alcanzaron en noviembre de 2014 para facilitar la entrada del magnate.

A consecuencia de esas modificaciones, la considerada cuarta fortuna del mundo -con unos 46.543 millones de euros- se hace con el control del consejo de administración. Y es que dobla su peso en este órgano (cuyos miembros se elevan de 12 a 15), al pasar de cuatro a ocho sillones, mientras que Koplowitz seguirá controlando cuatro y tres serán para independientes.

Con ello se asegura la incorporación del actual consejero delegado, el también mexicano Carlos Jarque, quien a finales de julio relevó en el cargo a Juan Béjar. Más aún, aunque se mantiene la presidencia en manos de Esther Koplowitz Alcocer (hija de la segunda accionista), ya se deja la puerta abierta a su sustitución.

Para cerrar el círculo que asegura su control, el nuevo pacto también acaba con la necesidad de tener mayorías cualificadas (más del 50 % de los votos del consejo) para resolver algunas cuestiones. Por ejemplo, a la hora de decidir dónde se establece la sede del grupo, respecto al sistema retributivo y también en los nombramientos. Por el contrario, sí se mantiene dicho requisito para emitir títulos.

Pero, ¿por qué hace Koplowitz todas esas cesiones? La explicación es tan cruda como sencilla. FCC tiene en marcha una nueva ampliación de capital (la segunda en poco más de un año) por 709,5 millones y los dos principales socios ya han confirmado que acudirán a una cita cuya fecha está pendiente de la autorización de la CNMV. Slim tiene liquidez suficiente para cubrir su parte, que rondaría los 194 millones conforme al 27,4 % de las acciones que controla hoy en día, pero su compañera de viaje no. A la empresaria madrileña le tocaría poner 159 millones para mantener el 22,4 % del capital, pero carece de financiación y debe unos 840 millones a la banca.

Koplowitz, sin liquidez

Si Slim rebasa el 30 % del capital deberá lanzar una OPA sobre el conjunto del grupo y, además, a un precio «competitivo». Podría disponer de tres meses.